Massachusetts,EU.– Un medicamento recetado de forma rutinaria podría estar detrás de un efecto secundario tan inesperado como alarmante. Un hombre de 76 años desarrolló senos agrandados tras consumir durante años un fármaco para tratar la hipertensión.
El diagnóstico fue ginecomastia, una condición provocada por un desequilibrio hormonal que, aunque suele asociarse a la pubertad, también puede detonarse por ciertos medicamentos. En este caso, el paciente llevaba ocho meses con dolor e inflamación en el tejido mamario antes de descubrir la causa: la espironolactona.
Este medicamento es uno de los más prescritos en Estados Unidos, con más de 12 millones de recetas, y cuenta con aprobación de la FDA para tratar presión arterial alta y otros padecimientos cardiovasculares. Sin embargo, su uso no está exento de riesgos.
El hombre fue al hospital tras padecer deshidratación, mareos, dolor de cabeza y fatiga. Pero hubo algo que realmente encendió todas las alarmas: desarrolló sensibilidad en los senos y crecimiento del tejido mamario.
La razón que le dieron los médicos fue hormonal: el fármaco que consumía para la hipertensión reduce la producción de testosterona, lo que favorece ciertos efectos “feminizantes”, como el crecimiento del tejido mamario masculino.
Tras el diagnóstico y el asombroso aumento de sus mamás el paciente se sometió a cirugía por ginecomastia.
De acuerdo con la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, esta es actualmente la cirugía plástica más solicitada por hombres en Estados Unidos.
Durante la intervención se eliminó el tejido glandular mediante incisión y liposucción (para eliminar el exceso de grasa). Afortunadamente la operación fue un éxito y el medicamento fue sustituido. Una advertencia más sobre cómo un medicamento cotidiano puede transformar el cuerpo de formas inesperadas.
Tan solo en 2024 se realizaron 26 mil 430 reducciones de pecho masculinas, en EU, un aumento significativo frente a las 20 mil registradas en 2019.