Para millones de familias alrededor del mundo, el 24 de diciembre, también llamada Nochebuena es la fecha principal de festejo, donde los seres queridos se unen, preparan comida, compran bebidas y festejan. Mientras tanto, el 25 de diciembre, día de la Navidad, queda como una fecha para abrir regalos y comer el famoso “recalentado”.
Es importante aclarar que en la tradición de las familias latinoamericanas y filipinas se le da mayor peso a la celebración de la Nochebuena que a la de Navidad; por su parte, en Estados Unidos, principalmente en familias anglosajonas, la fecha importante es el 25 de diciembre.
Si bien por cuestiones culturales en Latinoamérica el 24 de diciembre es la fecha principal de festejo y no el 25, para otras personas esto va más allá de lo cultural, entrando al ámbito de lo religioso e histórico.
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Para religiosos ajenos al catolicismo, el 25 de diciembre no se considera una fecha de celebración. Por ejemplo, los Testigos de Jehová consideran la Navidad algo ajeno a los principios bíblicos. Además, otras religiones como el islam poseen un calendario festivo muy diferente al mundo occidental.
En otros casos, para millones de personas la muerte y resurrección de Cristo tiene más importancia que su nacimiento, adquiriendo así gran relevancia el Domingo de Pascua.
Otra de las razones por las cuales el 25 de diciembre no es considerado un día importante para millones de familias se debe a cuestiones históricas, pues de acuerdo con diversas fuentes, la Navidad se estableció en dicha fecha para coincidir con una antigua celebración romana llamada “El nacimiento del Sol Invicto”. Con esto, se cree que la Iglesia buscó sobreponer su festividad religiosa sobre las fiestas paganas, facilitando así la conversión religiosa de los pueblos de Roma.