Uno de los problemas más comunes y frustrantes para los usuarios de celulares es ver cómo su plan de datos móviles se agota antes de que termine el mes, sin haber realizado descargas pesadas o visto videos en alta resolución. La respuesta a este problema suele encontrarse en el llamado "consumo de datos en segundo plano". Este fenómeno ocurre cuando las aplicaciones instaladas en el dispositivo continúan comunicándose con servidores externos, incluso si el usuario no las tiene abiertas en pantalla.
Los datos en segundo plano representan el intercambio de información que una aplicación realiza de forma autónoma. Su función principal es mantener la aplicación actualizada para que, en el momento en que el usuario decida abrirla, la información más reciente ya esté disponible. Por ejemplo, una aplicación de noticias descarga los titulares del momento o una red social actualiza el muro de publicaciones mientras el teléfono está en el bolsillo.
No todas las aplicaciones consumen la misma cantidad de recursos. Las categorías que más suelen impactar en el saldo de megas son:
Afortunadamente, tanto Android como iPhone ofrecen herramientas para frenar este gasto. En Android, los usuarios pueden dirigirse a Ajustes > Redes e Internet > Uso de datos, donde es posible activar un "Ahorro de datos" global o restringir aplicaciones específicas. En iOS, el proceso se realiza desde Configuración > General > Actualización en segundo plano, permitiendo elegir exactamente qué aplicaciones tienen permiso para trabajar en el fondo.
Restringir los datos en segundo plano es una estrategia eficaz no solo para ahorrar dinero, sino también para prolongar la duración de la batería, ya que el procesador trabaja menos al reducir la actividad constante de red. Sin embargo, se recomienda dejar activos los datos de aplicaciones críticas, como el correo electrónico del trabajo o aplicaciones de mensajería, para no perder comunicaciones importantes. Para todo lo demás, el modo de ahorro es el mejor aliado del bolsillo.