Tu michi puede mostrar varios signos físicos y de comportamiento que indican que algo no está bien con su salud. Sin embargo, esto no es algo tan fácil de identificar e interpretar porque, en general, los gatos son expertos en ocultar el dolor. Por ello es importante prestarles atención, conocerles y observarles para detectar alguna señal y acudir al veterinario.
Michel Alejandra Landeros, médica veterinaria zootecnista y especialista en medicina y cirugía de perros y gatos del Hospital Veterinario para Gatos Marlovet, enfatiza en que hay que prestar atención a los cambios de comportamiento, por ejemplo, “si tu animal de compañía disminuye su consumo de agua y alimento, si duerme de más, si se esconde o hace algo que no es habitual”.
Lo primero es conocer bien el temperamento y comportamiento normales de tu gato, el más mínimo cambio podría indicar una enfermedad. Si por dolor está reactivo o agresivo, se puede cubrir con una toalla para intentar calmarlo y sujetarlo y con eso introducirlo en una transportadora para llevarlo a revisión veterinaria.
“La expresión del dolor puede ser diferente en cada individuo, pero también varía según la zona. Un gato con dolor articular está más renuente a moverse, a diferencia de un gato con dolor vesical o con cistitis que está inquieto entrando y saliendo del arenero”, explica Landeros.
En efecto, no todos los dolores son iguales y el documento antes mencionado los divide así:
Si la cabeza está más baja que los hombros o está encorvada, tu bixhito podría estar sufriendo de dolor. Debes llevarlo de inmediato al veterinario.
“Un gato con dolor articular está más renuente a moverse, a diferencia de un gato con dolor vesical o con cistitis que está inquieto entrando y saliendo del arenero”.
Michel Alejandra Landeros, médica veterinaria de Marlovet.