En los últimos días, una nota sobre la propagación de altares que rinden adoración al diablo ha generado una gran polémica en las redes sociales. Sin embargo, esta nota ha sido malinterpretada y ha llevado a una estigmatización del culto a la Santa Muerte, que es independiente y autónomo.
El culto a la Santa Muerte es una práctica que se centra en resaltar el poder milagroso de la muerte como una encargada de llevar las almas al más allá. No se debe asociar con prejuicios de ser una secta satánica, ya que este culto es una forma de sincretismo que combina elementos del catolicismo y la espiritualidad ancestral de civilizaciones antiguas.
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(Foto: Cuartoscuro)
La Santa Muerte es considerada una figura justa y necesaria, ya que es la encargada de llevarse las almas de los vivos, sin importar su condición moral. Su mayor bastión es su imagen milagrosa, que ha sido objeto de devoción y respeto.
Es importante definir las intenciones y hacerse responsable de las consecuencias que estas pueden traer. La propagación de adoración al diablo a este tipo de cultos puede ser vista como una forma de normalizar el mal. Por lo tanto, es fundamental independizar y ser autónoma y neutral ante cualquier corriente moral o religiosa.
La muerte es una parte natural de la vida y su presencia es necesaria para existir. La Congregación Nacional e Internacional de la Santa Muerte ha convocado a interpretar su culto bajo la consigna de la Niña Blanca, para que pueda ayudar e intervenir en estos tiempos de peligro.
En un país que goza de la libertad de culto, es necesario crear una propia identidad que no se aproveche de aquellos movimientos que han luchado para reconocer a la Santa Muerte, sin prejuicios. Es importante velar por la integración de la diversidad espiritual y la oferta de cultos que tengan un peso ideológico que aporten un beneficio o una guía para conseguir una realización.
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(Foto: Cuartoscuro)
La libertad de culto en México ha dado paso a altares, templos o lugares dedicados al angelito negro o al diablo. Es importante reconocer y respetar las creencias de los demás, sin confundir o intentar obtener una apertura aprovechándose de un culto pagano, como el de la Santa Muerte, que ha obtenido tanta popularidad en los últimos años.
El culto a la Santa Muerte ha luchado por medio de movimientos en redes sociales #yosiconLaSantaMuerte para acreditar ante campañas de desprestigio de otros grupos religiosos; que han querido siempre relacionarla con lo más corrompido de la sociedad. Sin embargo, ha llevado a la apertura de personas productivas, intelectuales y famosas.
Es importante interpretar de manera adecuada las intenciones para conocer que este culto está siendo guiado por una deidad, la Santa Muerte la niña blanca definida como un ángel hermoso que se lleva el alma por mandato de Dios a trascender cuando le toca abandona el cuerpo físico. O bien, La Santa Muerte Negra, muy grotesca con un rostro muy imponente, como si estuviera enojada, las cuales arrebatan la vida, su alma de manera instantánea y violenta, hasta encaminarla hasta el bajo astral.
La interpretación de la muerte como una dualidad, es decir, como una figura que puede ser tanto benevolente como malevolente, crea una gran responsabilidad para sus seguidores. Esta dualidad implica que la muerte no es solo una figura que se encarga de llevarse las almas, sino que también puede ser una guía y una protectora.
Para los seguidores de la Santa Muerte, esta dualidad crea una gran responsabilidad para tener una conciencia clara y precisa sobre sus acciones y decisiones. Debido a que la muerte puede ser tanto benevolente como malevolente, los seguidores deben ser conscientes de que su libre albedrío tiene un gran peso en la decisión de en dónde encaminar y depositar su fe.