Las imágenes compartidas en redes sociales muestran cómo algunos vecinos arrojaron pollos muertos al agua para distraer al cocodrilo y obligarlo a soltar el cuerpo. Se intentó practicarle RCP a Nurhawati, pero no se le pudo salvar. El cocodrilo fue capturado más tarde y abatido a tiros.
Tras recuperar el cuerpo, los residentes subieron a Nurhawati a un barco y la llevaron a tierra, donde fue declarada muerta. Esa noche se celebró un funeral en su honor.
La policía y los soldados continuaron buscando al cocodrilo, que fue arrastrado hasta la orilla horas más tarde antes de ser abatido.
Indonesia ha sido testigo de la mayor cantidad de ataques de cocodrilos en el mundo durante la última década, con un total de mil incidentes.