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Así, este testigo reconoció que hay personal dentro del gobierno estadounidense que no quiere que se hable de este tema, sugiriendo una conspiración para ocultar la verdad sobre los ovnis, un tema profundamente desacreditado en las últimas décadas.
Otro de los testigos fue el controvertido Luis Elizondo, exfuncionario del Departamento de Defensa, quien asegura haber dirigido una oficina de investigación de fenómenos aéreos anómalos durante su tiempo en el ámbito militar estadounidense.
Según Elizondo: “Tecnologías avanzadas que no han sido creadas por nuestro gobierno, ni por ningún gobierno, están monitoreando instalaciones militares sensibles en todo el mundo. Además, Estados Unidos está en posesión de tecnologías UAP, al igual que algunos de nuestros adversarios”. Asimismo, Elizondo afirmó que ha recibido amenazas por hablar y que incluso su vida ha estado en peligro.
Ante el emotivo testimonio de Elizondo, cabe preguntarse si alguien considerará a testigos como Bob Lazar, quien en 1989 habló de lo mismo que menciona Elizondo, aunque Lazar sigue enfrentando el escarnio público, incluso por parte de la comunidad civil interesada en el fenómeno ovni, mientras que Elizondo es aplaudido como si fuera un mártir por asegurar que en 2017 abandonó sus actividades en Defensa porque no quería seguir mintiendo a la sociedad. Parece que Estados Unidos no tiene memoria, pero quienes hemos seguido el tema ovni durante tantos años, sí.
En esta audiencia no se aportó nada nuevo, nada que no supiéramos. Tampoco se explicaron otros asuntos más jugosos, como la polémica de los globos chinos en 2023 o los objetos derribados por esos días tanto en Estados Unidos como en Canadá. En fin, nada nuevo bajo el sol.
