A medida que los humanos domesticaron a los lobos, transformándolos en las cariñosas mascotas que conocemos hoy, la sensibilidad de los perros a la oxitocina fue aumentando.
Estos hallazgos ofrecen una idea de cómo la domesticación ha alterado los genes que influyen en las habilidades sociales de los perros. Ahora, los expertos caninos dijeron que los rasgos de comportamiento de los perros están experimentando una tercera ola de domesticación.
Esta fascinante conexión hormonal podría explicar por qué nuestros amigos peludos son tan afectuosos y deseosos de estar cerca de nosotros.