“El chiquilín”, acompañado por dos jóvenes, abordaron a un joven poblano de 37 años de nombre Óscar Obed Parra dentro de una tienda de conveniencia. El muchacho, sucio de pies a cabeza porque dijo dedicarse al reciclado de basura, fue abordado por los miembros de la Patrulla Espiritual mientras sacaba de un refrigerador un refresco grande de toronja.
(Imagen: Especiales)
Sin dar el menor indicio de estar alterado de sus capacidades mentales ni de comunicación, el hombre escuchó la propuesta de ir a una clínica de rehabilitación con todos los gastos pagados, pero rechazó irse con sus promotores.
Al tratar de escapar, Obed fue sujeto por brazos y pies y cargado hasta una camioneta, incapaz de defenderse.
“Tienes una capacidad increíble para sufrir, carnal. ¿Pero sabes qué es más grande? El amor de Cristo por nosotros, coqueto”, le dice en una parte de la grabación “El chiquilín” al poblano que no entiende qué pasa. “¿Sabes quién mandó por ti, corazón? Dios”.
“Ammm… pero yo no necesito un centro”, responde Obed. “Estoy trabajando y estoy en regla, ¿sí me entiendes? Si me miras todo sucio es porque ando reciclando”.
La negación, argumenta de nuevo el “reclutador”, es el primer signo de la adicción, para después prometerle que va a “ñañarear y patalear” cuando lo alejen de las drogas, y ante la resistencia física del joven terminan por cargarlo entre cuatro mientras “El chiquilín” continúa recitándole versículos bíblicos y le promete que el “Lucas 14 - 23” lo va hacer “flotar”.
“No venía por ti, pero Dios mandó, la gente de aquí te puso”, le dice el líder del grupo ante el miedo y la molestia visible del joven, que en otro video dice llevar siete años en Tijuana, viviendo en la calle.
El video tiene, en un día, 14 millones de reproducciones en TikTok.