Tras recuperarse de la conmoción, la mujer llamó a la Policía y poco después acudieron tres agentes a la playa Tapuae, quienes quedaron sorprendidos al ver que se trataba de una “pesada muñeca” que se llevaron a rastras hasta su coche para trasladarla a la comisaría de la zona.
Se desconoce si la realista muñeca, que puede costar miles de dólares, fue arrastrada a la playa por el oleaje o alguien la puso allí deliberadamente.
La policía de Nueva Zelanda sigue investigando quién abandonó la muñeca o si fue arrastrada de manera no intencional.