El padre de Esteban, Edgar Busto Rodríguez, de 35 años, enfrenta una acusación de un delito grave de complicidad por supuestamente encubrir el abuso, al mentir a la policía sobre las lesiones de su hijo.
De acuerdo con la investigación de las autoridades de Orange, la mamá del pequeño Esteban comenzó a maltratar al bebé desde que este tenía dos semanas de vida. A partir de ese momento lo golpeaba en hombros y brazos, además de jalarle el cabello cuando el bebé se movía al cambiarlo y dijo que lloraba mucho.
Debido a una denuncia anónima, el bebé pudo ser rescatado del abuso de sus padres y desde el 13 de mayo fue llevado al Hospital Infantil del Condado de Orange, donde se descubrió la gravedad de sus lesiones.
"Ningún niño debería ser traído a este mundo y ser sometido a un dolor inimaginable gracias a los trabajadores del hospital que rescataron a este bebé del infierno en el que nació”, mencionaron las autoridades del hospital que atendieron a Esteban.
Por su parte el fiscal del condado de Orange, Todd Spitzer, subrayó la gravedad del abuso infantil y la responsabilidad de los padres en la protección de sus hijos. “Los brazos de una madre deben proteger, no lastimar”, enfatizó. Estas palabras reflejan el sentir de una comunidad que exige justicia y la protección de los más vulnerables.
La audiencia previa al juicio de la pareja está programada para este jueves 23 de mayo a las 8:30 a.m. Si es declarada culpable, Jiménez Olivera enfrentará un máximo de 42 años en prisión estatal, mientras que su esposo podría enfrentar hasta tres años.
Ambos están detenidos con una fianza de un millón de dólares cada uno. Los detalles de su proceso judicial siguen desarrollándose y se espera que nuevas evidencias y testimonios puedan esclarecer los hechos y dictar justicia en este trágico caso.