Sin ninguna precaución, varios sujetos con recipientes en mano comienzan la rapiña. Hombres, mujeres y niños participan en este hecho ilícito.
Pero minutos después la unidad de carga explota cubriendo en llamas a muchos de los que estaban encima de ella y a sus alrededores.
Aunque varios lograron escapar, el saldo fue de 40 muertos y 83 heridos, entre ellos tres niños de entre seis y nueve años, además de una mujer embarazada.
De acuerdo con las autoridades liberianas el camión cisterna se estrelló en la comunidad de Totota, en el condado de Lower Bing.
Ese momento fue aprovechado por gente de la comunidad para tratar de recoger la gasolina que escurría del tanque con cubetas, sin embargo, lo inevitable sucedió por el mal manejo de este tipo de sustancias inflamables.
El próximo 18 de enero se cumplen 5 años de la tragedia en Tlahuelilpan, aunque este hecho no frenó la ordeña de ductos de combustible en nuestro país, con lo sucedido en Liberia se muestra que tanto el robo de combustible y la imprudencia es un problema mundial.