Además de las muñecas sexuales robóticas, Cybrothel también tiene muñecas sexuales normales que “cobran vida” a través de la realidad virtual.
“La IA existe, así que tenemos que aceptarla”, dice Philipp. “Tener relaciones sexuales de esta manera no es algo que se deba temer. No puede competir con el sexo convencional con humanos, simplemente es diferente”.
Philipp, descrito como el “Willy Wonka del sexo”, cuenta que su sitio web es la “versión X de Booking.com”.
Los clientes pueden elegir el color de su pelo, su vestimenta, el tipo de juego de rol o perversión y si quieren que la muñeca hable o no.
Después de haber reservado, recibirás un correo electrónico que te indicará adónde ir cuando llegues al burdel, y la muñeca estará esperando en la posición que desees.
El burdel tiene dispositivos de audio y visuales que están conectados a una sala de control externa donde un operador puede oír y ver.
Los precios son variados, según el paquete que se reserve. Una opción “básica” con una muñeca de tu elección durante una hora costará unos mil 600 pesos y una hora de VR (porno en realidad virtual) costará poco menos de 2 mil pesos.