Broncas con la suegra, motivo de la masacre en iglesia de Texas

La peor matanza de la historia de Texas podría haberse producido por una “situación doméstica” entre el autor de la masacre, Devin Kelley, y su familia política.

Las autoridades informaron ayer que el sospechoso del tiroteo “expresó ira contra su suegra”, quien asistía a la Primera Iglesia Bautista de Shuterland Springs y la “amenazó a través de mensajes de texto”.

Eso explicaría la decisión de asaltar el pequeño santuario: medios locales reportan que entre los muertos está la abuela de su esposa. “No hubo motivo racial, tampoco sobre creencias religiosas”, se apresuró a explicar Freeman Martin, director Seguridad Pública de Texas.

Para el presidente Donald Trump este caso tiene que ver con “enfermedades mentales” y no con la posesión de armas en el país.

Las víctimas tenían entre los 18 meses y 77 años, entre ellas cuatro niños, una embarazada y ocho integrantes de tres generaciones de la familia del pastor de la congregación.

Hay duda de cómo fue que Kelley consiguió armas, tras ser despedido de la Fuerza Aérea y encarcelado un año por ejercer violencia contra su esposa e hijo, pero la Fuerza Aérea omitió dar información al FBI.

Sobre la muerte de Kelley, todo apunta a que decidió suicidarse, herido por los disparos de dos vecinos de la comunidad que lo persiguieron hasta que Kelley chocó en una cuneta. En algún momento, el asesino llamó a su padre para anunciarle que “no sobreviviría”.