Vivir sin gluten
(Foto: Archivo, El Gráfico)
La alimentación sin gluten es asunto vital para personas intolerantes a esta proteína y dejarla fuera de la dieta no es un asunto de moda, sino un tema de salud.
Expertos médicos definen la celiaquía (intolerancia al gluten) como enfermedad genética y hereditaria que puede aparecer a cualquier edad.
El gluten es una proteína de bajo valor nutritivo muy utilizada porque retiene aire y facilita que la masa se adhiera mejor, lo que favorece la elaboración de pan.
Es componente de productos de granos como trigo, avena, centeno, cebada y sus derivados.
La intolerancia al gluten es una predisposición genética y en un celiaco la ingesta de esta proteína provoca una atrofia intestinal.
La mayoría de la gente puede comer gluten sin problema. Asistencia al Celíaco de México indica que una de cada 120 personas puede sufrir la enfermedad celíaca, que afecta a niños y adultos.
La directora de Acelmex explica que las señales de la enfermedad son varias: diarrea crónica, pérdida de peso, distensión abdominal, vómitos, dolor abdominal recurrente, cambios de carácter, falta de apetito, anemia, problemas neuronales y retraso del crecimiento en niños.
Una cosa importante a tener en cuenta es que la intolerancia puede no tener síntomas, lo que dificulta el diagnóstico.
La única forma de hacer frente a este problema de salud es una dieta estricta sin gluten de por vida y que permite la recuperación clínica de la lesión intestinal.
La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos determina que un producto que lleve un etiquetado de alimentos: “libre (sin) gluten”, requiere que contenga menos de 20 partes por millón de la proteína.
En México, las empresas pueden ser evaluadas mediante un estándar de SGS (Société Générale des Surveillance) y Acelmex para constar que los procesos se controlan y los productos están dentro de los límites.
Las personas alérgicas al gluten deben tener mucho cuidado al elegir los lugares donde deciden comer, para no resultar afectados.
