La aparición de una verruga puede causar pánico, sobre todo cuando no se sabe que es un contagio de otra persona o que se contrae al estar en contacto con objetos contaminados.
“Esta infección tiene una alta probabilidad de contagio, porque el virus es resistente al calor y la desecación”, alerta Jatziri Chávez, directora del Centro Dermatológico de Alta Especialidad (CEDAE).
¿De qué se trata? Las verrugas son crecimientos blandos de piel, incómodos y poco estéticos, brotan por una infección causada por el Virus del Papiloma Humano (VPH), que tiene unos 300 subtipos (los principales de verrugas son 1, 2 y 4).
La especialista explica que hay diferentes verrugas y que “las más comunes son los mezquinos, que aparecen en las manos”. Hay otras como las verrugas planas que brotan en la cara, las plantares que aparecen en los pies y la zona genital: condilomas.
En su opinión experta “es de suma importancia tratar estas infecciones debido a que son muy contagiosas para el propio paciente y el resto de la comunidad… Además, que a largo plazo pueden crecer hasta 3 cm.
Cuidado y atención médica. La dermatóloga Jatziri Chávez advierte que los afectados no deben intentar retirar las verrugas por sí mismos, pues estas pueden volver a aparecer en el mismo lugar o brotar en otras zonas.
Su recomendación es acudir con un dermatólogo, pues este tomará en cuenta la zona en la que se encuentra la infección y el estado del sistema inmunológico del paciente para recetar el tratamiento más adecuado.
Los tratamientos más comunes para esta infección son aplicación de nitrógeno líquido o electrocirugía en el consultorio. Aunque también es posible aplicar algún medicamento. Las verrugas son altamente contagiosas.
