Que el encierro no te impida ejercitarte
(Foto: Archivo El Gráfico)
La inmovilidad impuesta por la cuarentena ha cambiado las rutinas, se pasó de actividad al reposo, lo que puede afectar la circulación en las venas.
Para expertos dicen que es importante la movilidad de las piernas.
De ella depende la circulación, así como la musculatura de la pantorrilla, que debe tener fuerza para bombear sangre y garantizar que suba y no baje.
No dejar de movernos. La actividad física diaria es sumamente importante. Podemos hacer sentadillas, subir y bajar escaleras o caminar en casa para mantener una adecuada circulación de las venas. La OMS recomienda que los adultos realicen 30 minutos de ejercicio al día.
Llevar una sana alimentación. Una dieta balanceada ayuda a tener el peso ideal y no aumentarlo para propiciar que el regreso de la sangre al corazón sea adecuado, lo cual aunado a beber mucha agua permitirá alejarnos de enfermedades circulatorias como la trombosis. La mala circulación de la sangre provoca la acumulación de ésta en las piernas, desencadenando síntomas como dolor, pesadez, ardor, comezón hasta la aparición de várices, hinchazón, cambios de coloración rojo o café en la piel e incluso una herida conocida como úlcera varicosa.
Hidratar la piel. Las personas con problemas de circulación tienden a tener una piel poco hidratada, por lo que aplicar crema hidratante diariamente nos ayuda a prevenir la formación de úlceras. Una forma fácil para activar la circulación en las piernas, es aplicar masajes de abajo hacia arriba.
Usar terapia de compresión. La terapia de compresión es la aplicación de una fuerza circunferencial que se envuelve sobre una estructura tubular (como las piernas), de forma uniforme con el propósito de dar soporte, fuerza, efectos antiinflamatorios y mejorar la circulación de las venas. Utilizar medias de compresión, de grado médico (15-20 mm Hg), favorece el flujo sanguíneo y sentirás las piernas ligeras.
