Para preparar a diario una rica y nutritiva comida para la familia no es necesario ir al súper o al mercado todos los días, hay varias formas de cumplir la misión y poner en la mesa comida sabrosa.
Algunas recomendaciones que ayudan a consumir mejor los ingredientes que hay en la cocina:
Planifica semanalmente el menú. Calcula porciones de verdura y proteínas que necesitarás y compra lo necesario. Aunque tengas espacio de almacenaje, no compres grandes cantidades, sobre todo de verduras.
Organiza tu refrigerador para que los alimentos no estén muy juntos y tengan espacio para oxigenarse. Respeta los espacios, cada uno tiene su razón de ser. Pon en los cajones las frutas y verduras, ya que para conservar estos alimentos no deben estar a menos de 0 grados.
Debajo del congelador es la zona más fría, pon debajo la carne y el pescado (a menos que los quieras congelar).
En la parte de en medio, la temperatura es de entre 4 y 5 grados, ahí van lácteos y la margarina, requieren menos frío. La puerta es el lugar donde varía más la temperatura, ahí puedes poner los alimentos envasados y huevo.
¿Qué utilizar primero? Todos los alimentos deben manejarse diferente para ser mejor aprovechados y conservar sus propiedades.
Verduras: Es mejor utilizarlas durante ese día o los dos siguientes, como la espinaca, lechuga, acelga y berro. Por su alto contenido de agua generan moho o se pueden marchitar pronto en esta época de calor.
¿Qué alimentos duran más tiempo? Papas, zanahorias, brócoli, cebolla, calabazas, chiles y pimientos.
¿Qué puedes congelar? Cualquier tipo de carne cruda: Pescado, res, cerdo, pollo (se conserva hasta un año, pero se recomienda consumirla antes de tres o cuatro meses).