Los brazos son lo mejor para un bebé cuando llega a casa y debe ser alimentado, pero cuando comienza a sentarse y aparecen los primeros dietes tiene que acercársele a la mesa y adquirir una buena posición.
Los bebés hacen ciertas cosas por imitación de los mayores y especialistas de Graco dicen que lograr que se integre a la mesa es un reto.
Detallitos que cuentan. El sistema digestivo es complejo y es importante conocer cómo trabaja para saber que la posición en que comemos ayudará: Si los hombros y la parte superior de la espalda se redondean hacia al frente, es posible que el sistema digestivo no trabaje con facilidad, y pueden darse trastornos que derivan en acidez, ardor o indigestión.
Enseñar a los peques a sentarse correctamente ahorrará problemas: cólicos o sustos de atragantamiento.
Lo correcto es que los niños se sienten a la mesa en postura recta, apoyados en su respaldo. La Silla de Comer Table Fit, de ocho posiciones ajustables de altura, permite integrar al niño a la mesa familiar. Para evitar que el niño se encorve al comer, el respaldo y charola se mueve en tres posiciones, sin dejar de lado el soporte para su cabeza.
PON ATENCIÓN. En muchas ocasiones, las sillas altas dejan que los pies del niño cuelguen, lo recomendado para una correcta digestión, en adultos y menores, es sentarse en una silla que permita tener los pies bien apoyados.
Los expertos recomiendan que en las sillas de comer se pongan almohadas o cojines. Busca que el niño esté al fondo de la silla para que tenga más seguridad en su postura. Es ideal tratar de formar un ángulo de 90 grados.
