Si estás pensando en ponerte un tatuaje o quizá hacerte una perforación, hay cosas que debes considerar, más allá que es algo popular sobre todo entre jóvenes de 15 a 25 años, así como mujeres que se aplican decoraciones cosméticas.
Pero no se debe pasar por alto que puede haber complicaciones, que suelen ser motivo frecuente de consulta dermatológica, dicen especialistas de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD).
Dejan huellas para siempre. El especialista en dermatología Javier Ruiz Ávila advierte que un tatuaje es una marca o diseño permanente en la piel: “Las agujas perforan la capa superior de la piel (epidermis), y llegan hasta la siguiente capa (dermis), donde se deposita la tinta. Las máquinas introducen la aguja a una frecuencia de 50 a 300 veces por minuto”.
Al tatuarse se sufre dolor de leve a significativo, se producen heridas pequeñas y hay un sangrado moderado. Existe el riesgo de infecciones o alguna complicación, ya sea al hacerse un diseño o “maquillaje definitivo”, como tatuarse cejas o labios.
Alerta general. “Las tintas utilizadas en los tatuajes son la principal causa de reacciones y complicaciones en la piel, debido a la hipersensibilidad a un cuerpo extraño, dice el especialista integrante de la FMD.
Las principales complicaciones son las reacciones alérgicas a la tinta, especialmente al rojo, verde, amarillo y azul, que pueden causar sarpullido y picazón o enfermedades de transmisión por utilizar un equipo contaminado con sangre.
La doctora Martha Morales Sánchez señala que en algunas ocasiones se puede formar una zona de inflamación, alrededor de la tinta del tatuaje o se presentan cicatrices queloides (elevadas) causadas por un crecimiento excesivo del tejido cicatrizal.
25% de las personas con un tatuaje se arrepiente y busca opciones para removerlo.
