El nombre médico de la sarna es escabiosis y es una enfermedad infecciosa de la piel originada por el parásito sarcoptes sacabiei variedad hominis.
Su principal señal es una comezón excesiva y ampollas, así como pequeñas lesiones en la piel y algunas costras sanguíneas.
Las complicaciones más comunes de esta enfermedad son infecciones por bacterias. Es habitual que afecte desde los hombros hasta las rodillas, aunque puede aparecer en el cuero cabelludo y las palmas de las manos.
Es muy contagiosa. La sarna es una enfermedad contagiosa y puede afectar a cualquier persona, edad o sexo.
Una cuestión relevante es que el contagio es más frecuente entre individuos poco aseados y que viven en con mucha gente.
La doctora Jatziri Chávez, directora del Centro Dermatológico de Alta Especialidad (CEDAE) explica que existen casos en los que la enfermedad ha afectado al 90% de la población de pequeños asentamientos.
Parásitos del mal. “La enfermedad es causada por la hembra del sarcoptes sacabiei, la cual mide unos 35mm. Esta abre un túnel casi siempre en los pliegues de la piel, por ejemplo, las muñecas, entre los dedos, alrededor del ombligo, en las axilas. La hembra deposita entre 15 y 50 huevecillos dentro de la piel”, precisa.
Su diagnóstico es clínico, es decir, no es necesario hacer estudios en laboratorio. El dermatólogo es el encargado de diagnosticar y tratar este tipo de padecimientos.
El tratamiento de esta enfermedad depende de la gravedad de las lesiones causadas por el parásito.
“Es importante recordar que la sarna es una enfermedad que se transmite de persona a persona, y la variedad que hay en perros, aunque puede ser contagiosa, dura muy poco tiempo en la piel, y no es importante para los humanos… cuando se diagnostica esta enfermedad hay que revisar a nuestra mascota”, advierte la doctora.
