Hoy más que en nunca se debería marcar la historia del futbol mexicano con la toma de decisiones ejecutivas, de poderío desde las oficinas para otorgar justicia y certidumbre ante el cáncer en que se ha convertido el Veracruz, para la Liga MX.

Se necesita que ataquen esa enfermedad con quimioterapia, que acabe de una vez por todas con estas células malignas que infectan y llevan al despeñadero al futbolista y a la imagen de la Liga MX. 

Que lo hagan por completo, que no lo realicen a medias, porque volver a dejar la posibilidad de que vuelva a aparecer sería todavía peor a lo que está ocurriendo en estos momentos. Esa es la misión de todos los involucrados en este asunto con el que la imagen de la Liga y el futbol de nuestro país, en general, ha dado la vuelta al mundo de una forma negativa. Ya de por sí se conocía al Veracruz por el infame récord de 39 partidos sin victoria y ahora se han superado con este nuevo ridículo.

Las cosas deben quedar claras para el futuro en varios aspectos. El primero y más importante es que en el futuro, equipo que tenga adeudos de cualquier tipo no puede ser parte de la competencia, no puede estar en Primera División.

La segunda es que en estos momentos, los jugadores que esperan recibir los salarios caídos, no acepten pagos parciales y promesas de liquidación de las deudas a futuro. Deben exigir, si es que Fidel Kuri se acerca a ellos para tratar de amortizar esta situación, la cobertura total de lo que les deben. De lo contrario, volverán a ser cómplices de esta situación, como ya lo fueron cuando aceptaron dobles contratos o pagos fuera del acuerdo registrado en la federación.

Y dentro de todo esto, lo que sigue causando extrañeza, es la ausencia de quienes tendrían que ser los líderes morales del futbol mexicano, aquellos que aparecieron en la fotografía cuando presentaron la nueva Asociación de Futbolistas Profesionales de México (AMFPro). Porque retuitear la fotografía de todo el equipo de Veracruz en el vestuario con el “#hoypormimañanaporti” no es el apoyo que se espera. Darle un simple RT resulta tan inútil como mantenerse al margen de una situación complicada en todos los sentidos.

Los Tigres llegaron sin complicaciones a Veracruz, los jugadores de los Tiburones Rojos entrenaron con normalidad y aunque no se concentraron, irán al hotel para la charla técnica con Enrique López Zarza, que con mes y medio en el cargo, vive uno de los momentos más bizarros en su carrera.

Esta es la gran oportunidad que esperaban los ejecutivos del futbol mexicano para erradicar uno de los grandes cánceres que los ha aquejado desde hace años. Se necesita un golpe de autoridad, un golpe certero a esta enfermedad con el que puedan limpiar lo que hoy les hace tanto daño. De no ser así, lo único que podemos esperar es que esto no termine nunca. 

@[email protected]