URNAS DE VIDA

Alternativa ecológica para depositar las cenizas de tus seres queridos, en Toluca

Las urnas biocompostables cuestan 3 mil pesos en la Funeraria Vilchiz

(Foto: Ximena García, El Gráfico)

Toluca 02/11/2018 14:07 Ximena García Actualizada 14:10
 

Trascender después de la muerte es uno de los deseos más fervientes de los mexicanos, sin embargo, pese a las alternativas para tratar los cuerpos, aún la innovación continúa causando miedo "al infierno", pues la inhumación (sepulcro) es la manera católica de descansar eternamente.

ECHAR RAÍCES. María de Lourdes Gutiérrez Vilchiz, dueña de Funerarias Vilchiz, desde hace tres años decidió vivir la muerte de una manera distinta a la acostumbrada, por lo que no sólo ofrece ataúdes y urnas tradicionales, también urnas biocompostables, es decir, pequeñas macetas de hechas a base de coco que permiten depositar de manera segura las cenizas del finado, combinarlas con composta y semillas para que la vida florezca después de la muerte.

"Salí de la burbuja, he ido a expos, tengo premios internacionales, ofrezco tanatología, y soy la única que dentro de mis servicios meto una sesión de tanatología para mis clientes, a veces la gente está en shock, están muy mal. Tengo todos mis permisos en regla y busco actualizarme, por ejemplo, fui a Monterrey y me encontré con la urna biocompostable".

Aunque la religión ha sido uno de los obstáculos que ha encontrado al tratar de ofrecer distintas opciones para disponer de los restos de quienes se adelantan en el camino, con orgullo reconoce que hoy ya vendió tres urnas biocompostables que lo mismo pueden plantarse o usarse como maceta. 

"La realidad es que hoy en día los panteones están llenos, ponen trabas para darte lugar, por eso les doy pláticas a las personas sobre la cremación, pero la gente piensa que los va a castigar Dios, que eso no debe ser, en especial los adultos mayores. Aunque sí me he encontrado a personas bien accesibles".

AL CLIENTE LO QUE PIDA. María de Lourdes busca realmente hacer un impacto positivo sobre la muerte de los seres queridos de sus clientes, es decir, que al menos los dejen ir en paz, por lo que ella cumple: “Al cliente, lo que pida”.

"Me han pedido desde una caja de peluchito color azul turquesa, también nos tocó una persona que quería irse vestida de la Santa Muerte; una esposa que pidió a su amado vestido de stripper. Yo me esfuerzo por hacer realidad la voluntad del finado y de su familia".

Morir es caro, es cierto, los costos van de 5 mil a 45 mil pesos para darle una última morada a los finados, por ello Lulú incluso ha regalado el servicio funerario, cuando las familias no tienen nada.

Al ser un mercado controlado por hombres en la capital mexiquense, la dueña de la Funeraria Vilchiz reconoce que no ha sido fácil, pero trata de ser una opción más humana y con alternativas para todos.

Ubicada en Paseo Tollocan 805-E, casi esquina con Quintana Roo, rumbo a Metepec, esta peculiar funeraria ofrece traslados foráneos, recuperación de cadáveres en hospitales y Ministerios Públicos, ataúdes, carrozas, embalsamamiento, cremación, inhumación y urnas clásicas y originales, como la biocompostable. 

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