Abuelitas luchonas

Entre bueyes, becerros, guajolotes, cerdos, borregos y chivos, muchas  mujeres comerciantes de ganado del valle de Toluca han criado a sus hijos en las distintas plazas de animales del valle de Toluca, pese a las malpasadas que conlleva este oficio practicado por varones.

Hoy, muchas de ellas son adultas mayores y viudas  que orgullosas presumen haber criado hombres de bien y a pesar de su edad tienen la  fuerza  suficiente  para desempeñar a la perfección el doble  papel, tal como lo hace Evangelina Torres Ángeles, a sus 73 años.

“Yo me dedico al ganadito, le hago  la lucha, como ahora que no se vende, es muy difícil esto. Mi esposo murió y mis hijos me traen en el mercado, me gusta que ellos me respeten, me vean”, dijo  la mujer, mamá de siete. Desde  las 5 am salen de sus hogares a vender su ganado a los   tianguis de la región, el   lunes le  toca   en el Puente de San Bernabé, en Almoloya;  el martes, en Santiago Tianguistenco;  el jueves, en   Cieneguillas,   Villa Victoria, y el viernes en la Central de Abasto.

“Nos vamos a trabajar y llegamos  como a las 3 o  4  de la tarde, todavía a lavar, hacer de comer, a veces”, dijo  Martina Sánchez Martínez.

En México, seis millones 134 mil 153 hombres se dedican al sector primario, que incluye la ganadería, contra sólo 728 mil 682 mujeres que se desempeñan en este giro, que aunque para muchos es sucio y sacrificado, al tener que viajar, cargar a los animales, soportar las inclemencias del tiempo, las bajas ventas, para otros   es su vida.

“A lo mejor una mujer no agarra un animal fuerte, pero si sabe tratar, comprar y  ver precios sí la hace, este trabajo es tanto para hombres como para mujeres, en este tiempo hay que trabajar los dos por igual”, platicó  Margarita.

“El negocio es sucio, pero bonito,   convivimos con los animales, nos han jalado, pero no golpean, nos ha permitido convertir a nuestros hijos en todos unos hombres de trabajo, y sin descuidar nuestra labor en el hogar”, añadió la mujer.