Llegó el 19 de septiembre, un día temido para muchos por los sismos de 1985 y 2017. Sucedió lo imposible: los mayores sismos de nuestra historia reciente, en la misma fecha. Por coincidencias como ésta, un artista francés que se llamaba André Breton decía que somos la cuna del surrealismo.

Somos millones los que recordamos este día con una mezcla de respeto, dolor y miedo. Pero quizá fueron las horas, días e incluso semanas siguientes a la tragedia, las que han marcado nuestra historia en lo individual y lo colectivo. Las que nos sacudieron para siempre.

Quiero recordar dos fotografías y una escena de ambos hechos. La primera, del 85: tomada por Omar Torres, en la que se ve a un hombre que rescató y sacó en brazos a un pequeño del hospital Centro Médico. La segunda, del 2017, que se hizo viral: aquella fila de personas debajo de la lluvia pasando cubetas y costales con escombros y pertenencias de los edificios caídos para facilitar la búsqueda de sobrevivientes. Y el puño en alto, esa sensación que todavía enchina la piel.

Las imágenes nos enseñan una cosa: que si se trata de echarnos la mano, incluso en la tragedia, las y los mexicanos no nos rajamos. Hoy, vale la pena agradecer a los cuerpos de rescate y a los ciudadanos como tú, que no descansaron ni un momento, también sumarnos a la exigencia de justicia para las familias afectadas por edificios mal construidos. Pero hoy también es un día para mantener muy clara la solidaridad que nos caracteriza: se sacudió mucho más que la tierra y se cimbró la apatía.

¿Cuántas heroínas y héroes anónimos no hubo? Seguramente, tu familia corrió al edificio más cercano a ver en qué podía ayudar o tu vecina hizo comida para regalar a quienes trabajaron en los escombros, a lo mejor conociste a alguien que hizo alguna donación a la Cruz Roja o a hospitales para ayudar a los heridos.

Todas y todos hicimos algo para reconstruir nuestra ciudad y nuestro país. En el 2017, en el Consejo Ciudadano se brindaron 501 atenciones psicológicas del 19 de septiembre al 1 de octubre; además, se formaron brigadas que acudieron a sitios de difícil acceso y a plazas públicas para brindar ayuda psicológica.

Sanar es un proceso largo, especialmente para quienes perdieron a un ser querido o su hogar en el sismo de hace dos años. Por eso nuestro apoyo sigue, si nos necesitas para recibir asistencia psicológica u orientación legal, estamos disponibles 24/7 en tu #LíneaDeSeguridad y #ChatDeConfianza, ambos en el 55 5533-5533.

En los sismos del 85 y del 2017 mostramos nuestra unión y fuerza. Extendamos esa solidaridad y colaboración a toda situación y momento, para construir una ciudad más justa y segura. 

Te doy un Consejo. La cultura de la paz y la no violencia es una aspiración que nadie podría negar. Sabemos que inspira y por eso abrimos el primer Concurso de Escultura “Sí al desarme, sí a la paz”. El objetivo es crear una obra con armas destruidas en el desarme, una escultura que fomente los valores cívicos de nuestra ciudad. Así que si conoces a algún artista plástico, cuéntale que esta puede ser su oportunidad: el primer lugar ganará 200 mil pesos y la instalación de su obra un lugar público. ¡Eso sí que es para presumir! La convocatoria está en consejociudadanomx.org