Con su risa escabrosa interrumpió la proyección de la cinta de Batman y disparó contra cientos de asistentes; disfrazado, el asesino recreó una escena de cómics
Los locos no nos preocupamos por el peinado, ni por lustrar los zapatos. Los locos dejamos de soñar con mujeres imposibles que sólo vienen a revolvernos la cabeza.