Sucesión en el PRI, el dinosaurio sigue allí

LEO AGUSTO

OPINIÓN 24/06/2019 09:57 LEO AGUSTO Actualizada 11:58

Pasarela de aspirantes a dirigir lo que queda del PRI. Alejandro Moreno dijo que “Morena es ave de paso” y sueña que en 2024 el PRI recuperé la Presidencia.

Muy bravo, pero se trata de disimular que la cargada guinda está con todo detrás de los tres sectores tradicionales del PRI que manifestaron su respaldo al gobernador con licencia de Campeche. Y en la otra esquina está la ex gobernadora de Yucatán, Yvonne Ortega, que comienza a aglutinar pequeños liderazgos del partido para aguantar el peso de una cargada en contra, para después buscar cerrar la elección a dos contendientes. 

Al calor de las luchas intestinas surgen muchísimas preguntas, una de ellas es si el PRI despertará con la elección del próximo 11 de agosto. Ya que hasta hoy, siete fórmulas registradas para un partido desmoronado parecen muchas migajas, para tan poco pan. 

Y finalmente una segunda pregunta, quizá más importante, si el dinosaurio seguirá ahí al convertirse en una oposición a modo como denuncian militantes como Beatriz Pagés este fin de semana en un artículo demoledor publicado en la revista Siempre! donde habla del pacto de impunidad entre las administraciones federales entrante y saliente, y la imposición del candidato de AMLO, aspirante al que no menciona por su nombre, pero se sabe que habla de “Alito”.

Como en los tiempos del populismo de los años 70, el PRI muta en el nuevo Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, antigua rémora del partido oficial. 

Periscopio. Sin los rusos en la ecuación y con Julian Assange fuera del tablero electoral en Estados Unidos, pareciera que la contienda por la Casa Blanca será más orgánica y se antoja muy difícil un segundo mandato para Trump, al tiempo que el Partido Demócrata en la Cámara de Representantes ya condiciona la ratificación del T-MEC a reformas laborales en México, como se negoció previamente.

Tensiones laborales aparte, no se avisora una ratificación que represente un triunfo político del actual inquilino de la Casa Blanca. 

Bitácora de los Ángeles del Gordo. La señal obscena que una adolescente dedicó a López Obrador este fin de semana en Mérida, Yucatán, es una muestra de lo cotidiano que puede ser el bullying en el ambiente escolar, Pero también es un reflejo de la chunga en que el Presidente ha convertido la investidura presidencial. Ejemplos nunca faltan, pero hasta ahora lo más preocupante son las votaciones, como la imposición de una votación a mano alzada para cancelar la construcción del Metrobús de Torreón, Coahuila.

Y qué esperaba AMLO, ¿que le aplaudieran por los apagones en la Península de Yucatán o que le pintaran dedo?

¿Que le exigieran suministro de gas, tal vez?, porque así se acabarían los apagones, no con recicladas promesas de campaña.

La población en la sureña península necesita acciones en materia energética, así lo pidieron senadores de todos los colores del estado encabezados por Jorge Carlos Ramírez Marín. Del sargazo hablaremos después.

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