RELATOS ERÓTICOS
Se llevan a Lulú Petite a un viaje de negocios ¿Cuál será su chamba?
Querido diario: Vamos en el mismo vuelo. En el mismo avión viajan tus compas de la oficina, listos para largas sesiones de trabajo
(Foto: El Gráfico)
Querido diario: Vamos en el mismo vuelo. En el mismo avión viajan tus compas de la oficina, listos para largas sesiones de trabajo.
¿Neta? ¿Van a la playa para pasarse el día chambeando? No está bien.
Al menos tú eres precavido. Si el día va a estar de la longaniza, harás que tus noches valgan la pena. Me pagaste para que te acompañara, pero es crucial que no se enteren tus compañeros.
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Sencillo: viajamos en el mismo avión, pero asientos separados. Dormimos en el mismo hotel, pero en distintos cuartos.
Durante el día, me asoleo, me meto a la piscina, disfruto de la playa y del todo incluido. En la noche, soy tuya.
Te recibo con lencería. Gracias a las transparencias, se ven mis pezones con absoluta claridad y una abertura, estratégicamente colocada, deja ver por completo mi sexo tibio.
Llegas cansado. Reuniones densas todo el día. Te recibo con un beso y siento tu mano deslizarse por mi cuerpo y entrar por el escote.
Aprietas mi pecho, mientras te comes mis labios. Me dices que morías de ganas de llegar, me susurras que vas a ponerme un cogidón y te llevas mi mano a tu miembro ya erecto.
Bajas tu mano y la paseas por la abertura en mi lencería. Acaricias mi sexo húmedo. Me das un beso y me llevas a la cama. Te desnudas mirándome con morbo, contemplando mi lencería, escuchando mis gemidos, midiendo mis ganas.
Abro las piernas y me acaricio el sexo mientras te desnudas. Tienes la polla bien dura y enorme. Me relamo los labios y te pido que me poseas.
Te pones el condón, separas mis piernas lo más posible y me la metes. Me besas. Me haces el amor despacio. Besándome, acariciándome, poseyéndome. Cuando un orgasmo me hace gritar de placer, tú dejas explotar el tuyo dentro mío.
Nos quedamos tumbados en la cama, desnudos, escuchando el golpeteo de las olas hasta quedarnos dormidos. Cuando despierto, ya no estás. Te esperaré de nuevo, después de tu día de trabajo y de mi día de playa, para otra noche juntos, de placer y locura.
Hasta el jueves, Lulú Petite