Lulú Petite no discrimina y juega con un americanista, así paso

Querido diario: Vine a atender a un vato que me llamó para cumplir una promesa. 

Así me lo explicó por mensaje de WhatsApp. Me pedía informes porque tenía que verme. No era un asunto de deseo: Era un compromiso. Una cábala de esas que, si no cumples, te salas.

—¿Cómo está eso? —le pregunté ya en el motel.

Lee también: En un balcón, bajo el cobijo de la noche el dolor y placer se mezclaron

—Ya ves, hice la promesa y acá estoy —respondió como si estuviera cumpliendo una manda en vez de darse un gusto lujurioso.

—¡Ah, caray! ¿Pues cuál promesa? Aquí nada es a fuerza, si no quieres, no coges. Ni que fuera el servicio militar.

—Es que lo juré desde el principio de la temporada: Si ganábamos la catorceava, te conocía. Ni modo...

Ni hablar. Me tocó tirarme a un americanista. No tengo bronca. Aquí no se discrimina por gustos deportivos. Aun así, jugué con él:

—¿Ganábamos? Yo no te vi en la cancha ¿A poco eres Layún o Quiñones? Te ves muy cambiadito —dije riendo.

—Lo bonito del futbol, es que juegan once, pero ganamos todos —me respondió acercándose a mi cuerpo y plantándome un beso en el cuello.

En ese momento, me empezó a besar. Su lengua juguetona se enredaba con la mía y sus manos se paseaban sin fair play por mi defensa, por mi media, por mi área chica y por mi portería.

Con sus dedos en mi cintura venció mi alineación y desnudándome poco a poco me tumbó en la cama y, a paso firme y contundente, anotó los tres goles que le prometió a su equipo.

Completamente desnudos, en la cancha del colchón, recibí sus embestidas, el trotar de su sexo, la forma infame de metérseme en el arco y anotar, tiro tras tiro, los puntos que fueron mi derrota y mi placer.

En los tiempos extras, con su lengua en mis pezones, me sacó otro orgasmo con el que celebró su campeonato. Yo no sé de futbol, pero reconozco que enciende pasiones. Qué rico que esta vez las haya encendido en mi cama.

—Y para la quince ¿Qué?— le pregunté cuando nos despedíamos —¿Le hacemos un vals?

Hasta el jueves, Lulú Petite