CONSEJOS DEL SEXO
"Se me hizo agua la florecita tras depositarme un dedo", por Helena La Mala
"Se me hizo agua la florecita tras depositarme un dedo", por Helena La Mala (Foto: Ilustrativa, Unsplash)
Hola, mis amores, feliz miércoles a [email protected] Espero que su semana vaya de maravilla y que tengan tanto sexo como les sea posible.
Hoy quiero darles una anécdota que, cuando la viví, fue una experiencia nueva y deliciosa.
Hace unos días, mi libido estaba por las nubes, recuerden que algunas mujeres somos cíclicas y tenemos altibajos en nuestro deseo sexual.
El chiste es que estaba en pleno auge y fui a robarle un poco de su tiempo a mi pareja, dándole mucho amor.
Él estaba editando algunos videos, así que su miembro ya estaba duro. Es normal que se excite viéndome en alguna escena ‘lesbian’.
Me hinqué frente a él como un cliché, me tomé el cabello, bajé su short y comencé a mamársela.
Tomaba su tronco con las manos y con mi boca succionaba su pepino para hacerlo más grande.
Cuando dejaba de succionar, le dejaba caer mi saliva para que no pasara ni un momento sin lubricar.
Después de casi hacerlo venir, me puse de pie, bajé mi short y calzones y ¡oh, sorpresa! no había ni una gota de lubricante en mí.
En esta acción, era algo rápido. O sea ya estábamos excitados y entrados en la idea de coger.
Me quedé un ratito parada preguntándome qué me pasaba, por qué mi mente se sentía con unas enormes ganas de coger, pero ahí abajo estaba seco.
Por lo general, en cuanto bajo mi calzón ya hay una fuente de juguito.
Él pudo verlo y chupó uno de sus dedos y me lo metió, apenas estaba cerca de entrar una tercera parte de su dedo, cuando mi jugo salió disparado, dejándole la mano con un charquito de mi fluído.
Todo estaba ahí retenido, tal vez por la posición en la que estaba mientras se lo mamaba. Pero fue glorioso y se sintió liberador, me excité aún más con esa sensación. Agarré mis pezones y empecé a estrujarlos.
Él me subió a la mesa y me embistió como animal, dejándome todo su jugo dentro. Fue algo “rápido”, pero ambos ya estábamos demasiado excitados así que fue lo necesario para tener un excelente sexo mañanero.
Esta experiencia fue un nuevo descubrimiento, me encantaría volver a vivirla, pero la verdad no sé qué hacer para llegar a ese resultado.
Sé que si la lubricación no hubiera aparecido, hubiéramos buscado otra manera para que resbalara. Si a ti te sucede algo similar, recuerda buscar un lubricante.
Si el primero que compraste no funcionó, no te preocupes, hay miles de marcas de distintas de texturas y sabores.
Para todo hay una solución y puedes buscarla [email protected] o hacer partícipe a tu pareja y divertirse yendo a las sexshop a encontrar su lubricante ideal.
Les envío todo mi amor y espero con ansias que se mojen tanto, que puedan llegar a empapar la mano de su pareja.
