“¿A mi novio se le va a quitar lo tóxico y celoso cuando nos casemos?”

PREGUNTA: Mi novio es muy celoso, me quiere muchísimo y por eso hace demasiadas preguntas. Cuestiona mi manera de vestir, me echa indirectas de mis amigos en el gimnasio, de mis colegas en la chamba. Quiere saber todo sobre mis alumnos de inglés y de mis alumnos de yoga. Yo soy
una mujer inquieta, de mucho mundo. Me gusta ir y venir, ser independiente y por supuesto que sus preguntas me cansan, odio su desconfianza, me aburre dar explicaciones. ¿Crees que todo cambie cuando nos casemos?

RESPUESTA: Creer que las personas cambian a la hora de casarse, es una fantasía. La incertidumbre de los celos no se quita con facilidad. Las personas inseguras desconfían hasta de su propia sombra, son difíciles y controladoras. Estás ante la tremenda tarea de generar una relación de confidencia y seguridad. Para una mujer con tantas actividades como tú, va a ser siempre difícil compartir la vida con una persona desconfiada y celosa.

PREGUNTA: Me gusta viajar a otros estados y visitar el mar, pero no tengo suficiente dinero para invitarle todo a mi novia. Ella no quiere fumarse su dinero en viajes, gasta todo en ropa y en cosméticos; en hacerse las uñas y tratamientos en el pelo. Dice que prefiere conocer la Ciudad de México, que para ella es suficiente reto saberse al dedillo los museos, los parques y las colonias de nuestra ciudad; que para ella los gastos de hoteles no tienen sentido, que esos son lujos tontos. ¿Es esa una buena razón para cortar?

RESPUESTA: Todo se vuelve más fácil cuando los intereses entre las parejas son parecidos. Aquellos que logran hacer equipo, volverse complementarios y mirar en la misma dirección, se vuelven parejas mucho más sólidas. Si las actividades y los intereses no coinciden, cada uno jala para otro lado y la convivencia se vuelve muy difícil. Divertirse juntos y pasarla bien es indispensable a la hora de elegir un compañero.

PREGUNTA: Trabajo en una cafetería, hay una clienta a la que le regalo cafecito algunas mañanas. Me encanta ella. Se viste de manera llamativa, habla mucho por teléfono. La quiero conquistar, ella acepta mis atenciones, pero no me da entrada para nada más. Incluso, podría asegurar que es muy poco amable. Me gusta fantasear con ella, pero no me da entrada ¿qué me recomiendas hacer?

RESPUESTA: Sigue fantaseando, deja de ofrecerle café gratis. Cambia tu manera de conquistarla. Tu estrategia no está funcionando, te recomiendo cambiar la táctica y analizar si de verdad es la persona con la que te conviene estar.

PREGUNTA: Me gusta mucho dibujar cuerpos desnudos y mi novia nada más quiere que la pinte a ella. Dice que quiere ser mi única musa, que sus curvas funcionan, que imaginarme pintando a alguien más no está en sus planes. Que se muere de celos, que sus ojos de artista no son para otra. Yo lo entiendo porque me enamoré de ella la tarde en que la conocí en el estudio y el juego de nuestras miradas se convirtió en deseol y después en amor. Pero yo necesito otras modelos para saciar mi sed de artista. ¿Cómo le hago para que cambie de opinión?"

RESPUESTA: Te recomiendo que metas a dos o más mujeres en el cuadro junto con ella, además de darle variedad y juego a los cuadros, les hará tener una complicidad única entre ustedes, que va a permitir que el arte vibre.