"Me gusta durísima", por Helena La Mala

Hola, mis amores, feliz miércoles a todas y todos. Espero que su semana esté llena de sorpresas y buena vibra, para que puedan hacer sus actividades llen@s de energía.

La semana pasada estuve de vacaciones, eran necesarias para poder despejarme un poco. Después de tres días de playa, sol y arena, me sentí mucho mejor, desconectada de redes sociales y llena de energía.

Estuvimos nadando, cocinando, pero lo mejor llegó por la noche, estaba dormida y tuve un sueño super cachondo, me desperté a las 4 de la madrugada y mi pareja estaba descansando, pero lo moví un poco y se despertó algo alterado; lo besé y entendió por dónde iban mis intenciones, su erección no tardó en aparecer, esa erección mañanera, llena de jugos y durísima.

Me acosté boca abajo y dejé que me montara con la pelvis pegada al colchón y las piernas cerradas; su miembro, además de rozar con mis labios inferiores y mi centro, se daba una pasada por mis muslos, dejándome llena de flujo.

Estaba tan excitada, que necesitaba sentirlo llegar hasta al fondo de mí.

Lo tomé por la mano y corrimos al baño, el lavamanos tenía la altura perfecta para que él me embistiera, mientras yo subía mis piernas a sus hombros. Esta posición me encanta cuando ando supercaliente, siento cómo entra por completo y topa con mi cuerpo, entra hasta el fondo.

Estuvimos así hasta que mis nalgas pagaron las consecuencias, estaba justo en la orilla así que el borde del lavamanos me lastimó a media nalga.

Eso no me impidió continuar, me acosté en el suelo y tomé mis rodillas con mis brazos a la altura de mis codos, quedando tan abierta que él, sin agarrar a su amigo, pudo ensartármela a la primera.

Estaba demasiado lubricada, así que esa acción de meter y sacar hacía un sonido fabuloso.

Apreté un poco su miembro, porque ya estaba muy dilatada de la excitación y así fue como terminó, dejándome llena de sus jugos y el baño quedó como escena del crimen; cuando se salió de mí, un camino de semen y flujo vaginal quedaron escurriendo por todo el piso.

Me encantó tener esta cogedera, fue rica, inesperada y llena de flujos que lubricaban tan bien mi conchita, que nos dejaron hacer maravillas.

Recuerden que tenemos fotos nuevas que irán saliendo cada miércoles, así que no se pueden perder mis columnas, les mando todo mi amor y espero con ansias la próxima semana. ¡Los adoro!