LA SEGUNDA HORA
"Mi cliente aguantó una hora más y así estuvo el sin respeto", por Lulú Petite
"Mi cliente aguantó una hora más y así estuvo el sin respeto", por Lulú Petite (Foto: Ilustrativo | Unsplash)
Querido diario: La hora había terminado. Estábamos acostados, desnudos y adormilados.
Yo estaba a gusto, pero era momento de despedirnos, cuando sentí tu mano meterse entre mis piernas y tu pene, nuevamente erecto, clavarse en mi espalda.
—¿Y si te pago otra hora?; preguntaste, susurrando en mi oído
—¡Va! —dije volteando la cara y recibiéndote un beso. Quedamos frente a frente.
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Abrí un poco las piernas y sentí tu erección rozando mis muslos, estabas tan duro, tan excitado.
Tomaste tu sexo y lo paseaste por mi pubis, cerca de mi vagina. Me abracé a tu cuello ¡Caramba! Estaba empapada. Me pusiste tan cachonda. Estiraste la mano al buró y tomaste uno de los preservativos. Sin dejar de cachondear, te lo pusiste y comenzaste a pasear tu pene con movimientos lentos y circulares en las comisuras de mi sexo.
Estaba empapada. Me urgía sentirte dentro por completo, que me la dejaras ir, que me penetraras, pero tú seguías jugando a rodear mis labios, a ponerme cachondísima.
De cuando en cuando, por lo empapada que estaba, tu sexo resbalaba y me metías el glande, lo movías allí unos segundos y después lo sacabas de nuevo. Tu mirada se clavaba en la mía, como retándome, como revisando mis reacciones. Yo gemía, desesperada y te miraba suplicante, pero sin pedirte nada, dejándote entender que me encantaba lo que estabas haciendo.
Pusiste entonces tu punta sobre mi clítoris, así, aún sin meterlo y comenzaste a moverte como si me estuvieras cogiendo, pero presionando sólo el clítoris, luego hiciste sobre él movimientos circulares, hasta que tu sexo enorme, durísimo y delicioso resbaló y se me metió hasta el fondo. Mi gemido no me permitió ocultar el placer que me provocaste.
Me apreté a ti frotando mi clítoris ya durísimo por la estimulación y tuvimos orgasmos deliciosos. Cuando terminó la segunda hora, seguíamos cogiendo. ¡Qué delicia!
Hasta el jueves, Lulú Petite