RELATOS SEXUALES
“Muy ensalivado y entusiasta, así estuvo el delicioso oral”, por Lulú Petite
“Muy ensalivado y entusiasta, así estuvo el delicioso oral”, por Lulú Petite (Foto: Archivo, El Gráfico)
Querido diario: Sus dedos se deslizaban con confianza. Sentí cómo la sangre se acumulaba en mi cabeza, sonrojándola. Estaba desnuda en la cama, mientras él paseaba sus dedos lujuriosos por mi sexo y comía mis pezones. Me tenía empapada.
Cuando me sintió mojada, me metió un dedo y luego otro, dándome placer, mientras sus labios seguían comiéndose mis tetas.
Me encantan los hombres que toman en cuenta los senos y, sobre todo, que saben mimarlos.
Sacó sus dedos y se incorporó, jalándome de los muslos. Nuestras miradas se encontraron unos segundos, yo tenía los brazos abiertos, las tetas encendidas, las mejillas encendidas, la boca entreabierta, el sexo empapado, la respiración agitada y la piel erizada. Supongo que bastó mi mirada para suplicarle que siguiera haciendo lo suyo.
Me tomó de los tobillos, abrió mis piernas y metió su cuerpo entre ellas. De nuevo me besó los pechos, pero ahora bajando despacio por el sendero de mi abdomen, alternando manos y besos para trazar un camino hacia donde lo esperaba deseosa.
Cuando llegó, comenzó a comerme el sexo tan deliciosamente que parecería oír mis pensamientos o conocer mis deseos. No tardé en venirme en su boca, rogándole a gritos que no se detuviera.
Debía corresponderle el regalo ¡caramba!, si además me estaba pagando. Le puse un condón con la boca y, acariciando sus bolas con mis uñas, comencé a chupársela. La tenía durísima y deliciosa.
Después de lo bien que me había tratado, no podía hacer menos. Le estaba dando un oral bien ensalivado y entusiasta. Lo tenía pidiendo más.
De pronto, se paró un poco para acariciarme el culo. Pensé que ya quería coger, así que levanté la cara de prisa para montarlo y ¡zaz! ¡qué le doy un cabezazo en la cara!
No pudimos hacer el amor hasta que le paró de sangrar la nariz. Sorry, baby.
Hasta el jueves, Lulú Petite