RELATOS SEXUALES

“Se jalaba los pelos y rogaba que no parara en pleno delicioso bucal”, por Lulú Petite

“Se jalaba los pelos y rogaba que no parara en pleno delicioso bucal”, por Lulú Petite

“Se jalaba los pelos y rogaba que no parara en pleno delicioso bucal”, por Lulú Petite (Foto: Archivo, El Gráfico)

Sexo 20/10/2022 14:02 Lulú Petite Actualizada 16:26
 

Querido diario: Pepe es un hombre gordo, de cincuenta y tantos años, chaparrito, de cejas pobladas, barba de lija, nariz puntiaguda, barbilla partida y labios delgados, tiene voz en nasal y cara traviesa.

Coge muy poco. Es viudo, pero como es tímido, hace mucho que renunció a la intención de tener una relación formal, así que lo suyo, para desahogar su deseo sexual, es llamar escorts.

Como no es un lujo que pueda financiarse todos los días, va juntando lana y, cuando puede, se da una escapada y llama.

Eso sí, como pasa tanto tiempo entre cada encuentro, llega a las citas tan caliente que, literalmente cuando llego a su habitación, ya tiene el pito parado. Estoy segura de que, si no usa una bombita de vacío, al menos se toma una de esas pastillitas azules de efectos milagrosos.

Apenas me dio chance de pasar a la habitación, cuando ya estaba sobres. Paseando su mano por mi piel, buscando arrancarme el vestido, hurgando bajo mi falda, besándome el cuello, buscando mis labios. Me sentí abrumada, así que estiré la mano y le agarré el paquete con firmeza, pero por las bolas, en vez de por el tallo. Él se detuvo sorprendido. Casi asustado de que lo fuera a lastimar. Bastaba apretar para hacerle un cascanueces. Abrió sus ojos tanto, que se veían redondos como platos.

—¿Ves cómo puedes tocar los lugares correctos, pero si lo haces de forma equivocada no se siente rico? —le dije en tono regañón. No le di tiempo de contestar cuando con mi otra mano le bajé la bragueta y le saqué el miembro.

Comencé a masturbarle. El ánimo cambió y bajo su ansiedad, aunque no su calentura. Cuando comencé a chupársela se jalaba de los cabellos y rogaba que no parara. Y no lo hice hasta que llenó el condón de leche dentro de mi boca.

Después hicimos el amor despacito. Sabroso. Como una pareja que se quiere coger, no que se quiere romper. El sexo siempre es mejor cuando hay buen entendimiento.

Hasta el martes, Lulú Petite

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