RELATOS SEXUALES

“Brincaba al ritmo de tus ricas estocadas, cuando entró ella”, por Lulú Petite

“Brincaba al ritmo de tus ricas estocadas, cuando entró ella”, por Lulú Petite

(Foto: Archivo, El Gráfico)

Sexo 05/05/2022 23:03 Lulú Petite Actualizada 23:03
 

Querido diario: Entré de prisa a tu habitación. Tenía que ducharme. Insistí en que también lo hicieras. Con estos calores marca rosticería, las personas no cogemos, nos cocinamos en nuestros propios caldos.

Salimos de la regadera fresquecitos y en pelotas, listos para el amor. Salté a la cama aún con la piel húmeda. Me detuviste en el camino, antes de que me acurrucara, me pediste que me quedara en cuatro. Ya traías tu miembro bien parado. Duro, grande, hinchado, venoso.

Tomaste un condón del buró y te lo pusiste antes de acomodar tu sexo en mi boca, la abrí para recibirte y comencé a chupártela. Acomodaste un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y miraste con atención cómo devoraba tu miembro, cómo desaparecía en mi boca.

Estiraste la mano para alcanzar mis senos. Acariciaste mis pezones, los pusiste duros. Luego estiraste más los brazos, casi doblándote sobre mí para alcanzar a acariciarme el culo, separarlo y buscar el nacimiento de mi vulva. La encontraste empapada y me ordenaste que me volteara.

Me di la vuelta y, manteniéndome de rodillas, puse el culo respingado a la orilla. Separaste mis nalgas, metiste tus dedos y esparciste mis jugos por la vulva. Apuntaste tu miembro a mi sexo y suavemente, lo metiste a fondo. Gemí y sentí cómo te movías y cómo mis tetas brincaban al ritmo de tus estocadas, cadenciosas, ricas, bien dadas.

Tu sexo, al entrar y salir por mi cuerpo, me provocaba espasmos deliciosos. Cerré los ojos por unos segundos mientras me la metías, sin ruido pero con una potencia que estremecía mis neuronas. De pronto, te detuviste y respingaste, como si se te hubiera aparecido un alma en pena.

Abrí los ojos y frente a nosotros, con la boca abierta y los ojos redondos como platos, estaba de pie la camarera, que salió corriendo sin decir palabra.

Moraleja: Cuando vayas a coger, fíjate que hayas cerrado la puerta.

Hasta el martes, Lulú Petite

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