SEXO EN TODAS PARTES

Hacer el frutifantástico viendo un estadio de futbol, por Lulú Petite

Hacer el frutifantástico viendo un estadio de futbol, por Lulú Petite

Hacer el frutifantástico viendo un estadio de futbol, por Lulú Petite (Foto: Imago7)

Sexo 23/03/2023 15:09 Lulú Petite Actualizada 15:09
 

Querido diario: Me gusta mirarte caminar por la habitación envuelto en una toalla, despistado, recuperando tu ropa antes de vestirte, recogiendo algunas prendas del suelo, revueltas con las mías, rescatando otras de entre las sábanas, debajo de la cama, en el buró o en el tocador.

Te observo desde la cama, con una sonrisa y sin la menor intención de levantarme. Miro a la ventana y recuerdo cómo hace apenas unos minutos me diste allí deliciosamente.

Cuando llegué y me invitaste a pasar, me hiciste apoyar las manos en el quicio de esa ventana. Qué bonita vista. Es un hotel en la ciudad de León. Allí te hospedas cuando voy a verte y, después de hacernos el amor, me dejas la llave del cuarto y allí me quedo a dormir.

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Embarraste tu cuerpo contra el mío en la ventana, desde donde se veía pequeñísima la gente y los coches poblando la avenida y, majestuoso, aunque vacío, la cancha del estadio de futbol al lado del hotel. Metiste tu mano bajo mi blusa y comenzaste a estrujar mis tetas, mientras besabas mi cuello.

Tus dedos se metieron bajo mi sostén y apretaron mis pezones hasta ponerlos duros, me diste media vuelta y me comiste la boca, entre besos comenzaste a desnudarme. Mi ropa voló, la tuya también. Como si la urgencia por poseernos nos obligara a lanzar nuestras prendas lo más lejos posible de nuestros cuerpos.

Me volteaste de nuevo y pegando mis tetas desnudas a la ventana, te pusiste un condón y me penetraste contra el cristal. Me lo hiciste deliciosamente allí, mientras veía a lo lejos a la gente y al estadio, sin que ellos vieran de regreso mi desnudez y la forma en que me poseías.

Nos metimos a la cama. Hicimos el amor y nos deshicimos en besos. Se hizo de noche y te tuviste que ir, entonces comenzaste la pepena. A levantar tu ropa del piso, de los muebles, de entre las sábanas. Te despides lanzándome un beso, yo duermo deliciosamente.

Hasta el martes, Lulú Petite.

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