RELATOS ERÓTICOS

“La suerte me sonrió, porque me hizo suya”, por Lulú Petite

“La suerte me sonrió, porque me hizo suya”, por Lulú Petite

(Foto: Archivo, El Gráfico)

Sexo 26/10/2021 14:07 Lulú Petite Actualizada 15:32
 

Querido diario: Tenía un miembro tremendo. Olía a jabón y perfume. La tenía tan parada que podría izársele una banderita. Comencé a masturbarlo y vi cómo una gota brillante lubricó la punta.

—¿Está llorando? —le pregunté mientras retiraba con el pulgar la gota traviesa y la esparcía por la cabecita colorada provocándole un calambre placentero.

—Es de emoción —respondió con la voz temblorosa.

Tomé un condón, se lo puse y le empecé a chupar la pinga, mientras con mis uñas acariciaba sus bolas. Sentía su miembro empujar mi lengua y meterse hasta el paladar. Yo estaba empapada. Había sido una tarde tan cachonda.

Para empezar, después de atender a un cliente por dos horas, con buen sexo pero sin orgasmo, conseguí ese desahogo cuando me masturbé en mi coche. Como un chico me vio masturbarme y me reconoció, me llamó y quedamos en vernos. Apenas entré en su cuarto, me comió la vulva y me provocó otra deliciosa venida en su boca. Ahora era mi turno.

Se la chupé un rato y luego trepé repartiéndole besitos por el abdomen, el pecho y el cuello. Cuando llegué arriba, mirándolo a los ojos, empuñé su erección deliciosa, la apunté a mi vagina y me la clavé despacio, exhalando adolorida, mientras la sentía abrirse espacio y embonar en mi cuerpo.

Me empecé a mover, con mis manos ancladas a su pecho. El me apretó las nalgas.

Cuando lo sentí venirse no pude evitar que otro orgasmo me invadiera. Caí rendida sobre su pecho desnudo.

Él había ido al motel con la idea de llamar a una chica. Ya se habían apalabrado, pero no habían quedado en nada concreto. El asunto es que, en ese camino, me vio masturbarme y decidió llamarme a mí.

Estaba acostada boca arriba escuchando esa explicación y agradeciéndole a la suerte que así hubiera sucedido.

Hasta el jueves, Lulú Petite

Google News - Elgrafico

Comentarios