La mentira más grande sobre el sexo rudo que te dejará impactado

A pesar de que por el nombre parece lógico creer que sabemos lo que es el sexo rudo, muchas veces en realidad no estamos hablando de él, y peor aún estamos ejerciendo violencia en lugar de una práctica sexual consensuada y sana. 

Se considera sexo rudo a todas aquellas acciones que, durante el encuentro sexual, tienen una carga de rudeza; a caricias, besos, expresiones verbales que no son tiernas, suaves o delicadas, o consideradas dentro de lo convencional.

Dentro del sexo rudo hay niveles, dentro de lo menos rudo, o lo que muchos señalan como sexo brusco, se encuentran algunas actividades del bondage, como el vendar los ojos, las nalgadas, esposar a la pareja a la cama, algunos juguetes sexuales como los vibradores dobles, algunos juegos de roles e incluso el sexo anal.

El uso de lenguaje soez, pellizcos, la doble penetración, el uso de juguetes como arneses, el juego de roles donde hay sumisión y dominación vinculadas a la humillación así como las prácticas propias del sadomasoquismo también forman parte del sexo rudo, pero se consideran grados más elevados.

Lo que no es sexo rudo es golpear a la pareja, lastimarla, humillarla y someterla por querer ejercer poder sobre ella, tampoco lo es obligarla al coito o a la penetración anal si no lo desea, así como no lo es el uso de juguetes sexuales de manera no pactada; todas estas son expresiones de violencia, abuso y violación a la persona, delitos que pueden incluir pena de cárcel. 

El sexo rudo forma parte de la fantasías sexuales más populares tanto de hombres como de mujeres. Todos, en algún momento fantaseamos con el sexo rudo aunque sea a un mínimo nivel. 

Un estudio sobre lo que la gente piensa del sexo rudo hecho por la Universidad de Indiana en Estados Unidos revela que la gente considera sexo rudo a los tirones de pelo, la asfixia, los zotes, ser inmovilizado, estar atado, penetrar con fuerza, las bofetadas, morder, y rasguñar, tirar de la cama, arrancarse la ropa, dar puñetazos e incluso hacer que alguien tenga relaciones sexuales, principalmente. 

A través del tiempo, se ha agrupado en el sexo rudo también a la perversidad, y por ello se le ha considerado una actividad sexual marginal, mal vista y producto de parafilias; sin embargo, también se ha demostrado que fantasear con el sexo rudo es parte de la normativa de la sexualidad humana, por lo que debe ser reconsiderada, estudiada y hablada como parte de una educación sexual integral.