“Un delicioso rapidín, lo mejor para quitarte el estrés”, por Helena La Mala

Hola, mis amores, feliz miércoles. Hoy quiero preguntarles, ¿qué tal van con sus propósitos de año nuevo? Una de mis metas fue tratar de ser más positiva y festejar más mis logros. Así, las alegrías, aunque sean sencillas, como la de un amanecer bonito, me duran más tiempo.

En cuanto a lo sexual también decidí soltar las malas energías, como los rencores después de una pelea. Solté esas costumbres y me sirvió para que mi apetito sexual creciera.

Claro que tengo días malos y pésimos, pero siempre trato de recordar que solo es un día malo, no una vida mala.

Hace unos días, mi pareja y yo estuvimos sometidos a mucho estrés; me costó el triple soltar esos malos pensamientos, no tuvimos relaciones en una semana y eso fue otro factor para estar enojados.

El estrés me sobrepasó, pero aunque me costó muchísimo, logré liberar esas cargas... y ya se imaginan lo que pasó. Mientras arreglaba algunos problemas por teléfono, mi pareja bajó las escaleras y lo vi con un brillo más sexy de lo normal. Lo llamé y comencé a besarlo, teníamos poco tiempo.

Decidí entrar a orinar al baño y salir semidesnuda, para hacer más eficaz el movimiento y así poder seguir con lo nuestro. Fue un rapidín como de jovencitos. Esos que están llenos de intensidad y besos con lengua hasta la garganta, que terminan en un orgasmo mutuo y te dejan jadeando y lleno de energía. Me hacía falta para despejar mi mente y poder escribirles esto.

Estoy consciente de que la mayor parte de todos estos logros empezaron con acciones chiquitas; espero que ustedes también lo puedan lograr, ver las cosas del lado bueno tiene sus beneficios hasta en el sexo.

Los espero la próxima semana, para que me tengan en sus manos. Saben que los adoro.