RELATOS SEXUALES

“Un delicioso muy jabonoso, con muchos fluidos para terminar el día”, por Helena La Mala

“Un delicioso muy jabonoso, con muchos fluidos para terminar el día”, por Helena La Mala

“Un delicioso muy jabonoso, con muchos fluidos para terminar el día”, por Helena La Mala (Foto: Archivo, El Gráfico)

Sexo 17/08/2022 14:36 Helena Danae Actualizada 14:36
 

Hola, mis amores, feliz miércoles a tod@s. Espero que su semana vaya tan rica como la mía.

Hay momentos en el mes de una mujer en que nos ponen más ‘horny’ de lo normal, uno de ellos es cuando estamos ovulando, pero a mí, en lo personal, días antes de tener mi periodo estoy cachondísima.

Es como si mi almendrita supiera lo que va a venir y decidiera gozar al máximo los últimos días de libertad. Ahora estoy así, con tantas ganas que ni yo me soporto.

Ayer despertamos tarde, pero con mucha hambre, así que le dije a don Heleno que si podíamos hacerlo antes de desayunar, para abrir más el apetito. Empezamos con un delicioso dedeo en la cocina, mientras yo trataba de picar la verdura para mis huevos.

Él se paró tomándome por la cintura y metiendo su mano en mis calzones, sus dedos se abrieron paso por mis nalgas para llegar a mi almendrita y abrir mis labios; me metió dos dedos y se dio cuenta de lo mojada que estaba.

Me giré, me puse a sus pies y dejé que sacara su pepino para metérmelo por la boca y darme todo su jugo.

Un batido de leche por la mañana es bueno para empezar el día, me la metía tan profundo que, cuando logró terminar, ni siquiera le tomé sabor a su leche, resbaló directo por mi garganta y se fue hasta mi estómago. Un batido muy nutritivo.

Cuando por fin terminamos de almorzar, ahora sí comenzamos a recoger la casa.

Mientras él barría las escaleras, yo estaba sacudiendo las sábanas de la cama. La Danae cachonda se volvió a apoderar de mí. Mientras él trataba de concentrarse en lo suyo, yo me desnudaba. Me empiné al borde de la cama.

¿Qué mas podía hacer él? Dejó su escoba y caminó hacia mí, masajéandose el pepino para dejarlo duro. Me la metió hasta el fondo y volvió a vaciarse en mí.

Seguimos en nuestros deberes, hasta que llegó la hora del baño. No podíamos dejar de lado sexo jabonoso y muchos fluidos para cerrar con broche de oro nuestro día.

Lo hicimos en la regadera y me valieron los años y los malestares que, a veces, provocan que mis rodillas truenen al levantarme.

Me acosté en el suelo, abriéndome muy bien de piernas para dejarle el camino despejado. Esta vez tenía la oportunidad de ser yo quien explotara.

Logré venirme varias veces con squirt, sin miedo a manchar nada de lo que habíamos limpiado, pues el agua de la regadera se llevaría todo.

La verdad, mi semana está yendo de maravilla y espero que mi regla no se aproxime tan pronto, para poder seguir disfrutando del sexo antes de la tormenta.

Les adoro de manera infinita y espero con ansias que la próxima semana me tengan en sus manos.

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