RELATOS ERÓTICOS

Hacer el amor con la persona que te gusta pero acabas de conocer, por Lulú Petite

Hacer el amor con la persona que te gusta pero acabas de conocer, por Lulú Petite

Hacer el amor con la persona que te gusta pero acabas de conocer, por Lulú Petite (Foto: Especial)

Sexo 27/04/2023 18:54 Lulú Petite Actualizada 18:54
 

Querido diario: Camino despacio por el pasillo del motel donde nos vimos hace apenas unos días. 

Debo admitir que voy nerviosa. No sé por qué. Eres un cliente, sólo eso, sin embargo, me emociona que hayas llamado de nuevo.

Al fin toco a tu puerta, me abres y me recibes con un beso en la comisura de los labios, luego me tomas de la mano y me llevas al interior de la habitación donde me miras.

¡Carajo! No sé qué me gusta de ti. Te observo detenidamente. De plano, no sé qué diantres te vi, no eres ni siquiera mi tipo. Sin embargo, tienes algo que me provoca y no puedo explicar.

Cuando me tocas, siento un calambre placentero que corre como electricidad y se me asienta en la nuca, como un placer palpitante. 

Cada vez que siento la calidez de tus manos en mi piel, mi corazón late con fuerza y mi cuerpo se estremece de deseo. Tu toque es mágico y absurdo, capaz de hacerme sentir un placer inexplicable.

Cuando me besas, mi aparato digestivo burbujea y mi lencería se empapa. Siento tus dedos hurgar entre mis piernas y mi sexo comienza a hincharse, mis labios te reciben, mojados.

Nos desnudamos con prisa, como los amantes clandestinos que somos. Nos conocimos antier. 

Pagaste una hora, pero me quedé más de dos. ¿Cómo no? Si la estábamos pasando tan bien. Me sorprendió que llamaras de nuevo tan pronto, pero corrí emocionada a verte.

Me besas mientras metes tu sexo en mi vagina empapada. ¡Qué rico! No sabía lo necesitada que estaba de sentir tu carne dentro, tu miembro duro taladrándome, aliviando el fuego en mi cuerpo.

Te miro a los ojos. Me cuelgo de tu cuello mientras sigues embistiéndome con furia y te robo un beso. 

Nuestros sexos se funden como nuestras bocas, el placer pagano, inmenso, se aglutina entre el vientre y el sexo como dinamita a punto de arder. 

El orgasmo explota y hace que cada molécula en mi cuerpo tiemble y cada célula le dé una caricia a la otra enloqueciendo mi sistema nervioso.

Hasta el martes, Lulú Petite.

 

Google News - Elgrafico

Comentarios