RELATOS ERÓTICOS

“Fueron tus embestidas, lo mejor de mi día”, por Lulú Petite

“Fueron tus embestidas, lo mejor de mi día”, por Lulú Petite

(Foto: Archivo, El Gráfico)

Sexo 16/12/2021 16:05 Lulú Petite Actualizada 16:05
 

Querido diario: —Ven, párate —me dices al oído mientras retozamos desnudos en la cama, acariciándonos apasionados cada rincón de nuestros cuerpos. Te miro, extrañada por la interrupción.

Acabo de ponerte el condón y te la chupé riquísimo, tú te contoneabas con tu pene en mis labios y gemías con placer, mientras pellizcabas suavemente mis pezones, que colgaban mientras devoraba tu herramienta.

—Ven, párate —repetiste, dándome una nalgadita muy suave. Dejé de chupártela y te seguí al centro de la habitación.

Me tomaste las manos y las apoyaste contra el tocador. Metiste tus dedos a tu boca bañándolos en saliva, que después repartiste con inteligencia por mi hendidura.

Separaste un poco mis nalgas, me hiciste curvar un poco el cuerpo, casi parándome de puntitas para levantar el trasero lo más posible y me penetraste riquísimo.

Apoyé con fuerzas las manos en el tocador para mantener el equilibrio, mientras me embestías. Tu miembro es grande, moreno, velludo. Sentía golpear tu pubis contra mi trasero y hacer un ruido estrepitoso; sentí rico. Tus manos, tu cuerpo, tu respiración en mi nuca. Se te salía de pronto y volvías a meterla con prisa, haciéndome temer que te equivocaras de hoyo y tuviera que patearte las pelotas. Seguiste bombeando riquísimo, sin equivocarte, abrí los ojos y me miré en el espejo, te vi penetrándome, poseyéndome, tomándome con fuerza.

—Ven —me dijiste entonces de nuevo, sacándome tu palo. Te sentaste en un sillón, con el miembro completamente erecto y me invitaste a que me sentara. Me lo clavé gustosa, viéndote de frente. Tú comenzaste a chuparme las tetas, mientras yo te cabalgaba. Estaba a punto de venirme, cuando te levantaste del sillón, sin sacármela, me cargaste a la cama y caímos allí aún con tu sexo en mis entrañas. Te seguiste moviendo como poseído por el deseo. Besabas mi cara, mi frente, mi cuello, mis tetas, cuando soltaste el chorro de leche que llenó el condón y apresuró mi orgasmo deliciosamente.

Hasta el martes, Lulú Petite

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