El "69" no es el único número en las posturas sexuales, conoce todos los que existen

El más famoso de todos los números es sin duda el 69 que en el terreno de los sexual hace referencia a la práctica del sexo oral que se da de manera simultanea una pareja; sin embargo, no es el único número que se logra cuando los cuerpo de acomodan para el placer, el 68, el 30 y el 42 también forman parte de repertorio sexual.

EL 30

Esta postura es para parejas muy flexibles que gustan de experimentar sensaciones nuevas ya que los cuerpos quedan compactados y hay pocas posibilidades de movimiento. Se usa para el sexo anal y para el coito vaginal, así que puede ser usada por personas heterosexuales u homosexuales.

Uno de los dos debe colocarse acostado de espaldas y colocar las piernas flexionadas hacia arriba, mientras que la otra se coloca sentada de cuclillas sobre la zona genital expuesta hacia arriba y con los antebrazos en el piso a la altura de la cabeza del otro.

Es más fácil hacer la penetración estando sobre la persona que siendo la de abajo ya que el movimiento queda muy limitado. Quien penetra, estando arriba debe tener bastante fuerza en la piernas ya que el movimiento aplica presión en los muslos y pantorrillas.

Lo bueno 

Las caras están de frente, se pueden besar y decir cosas que los exciten, y el punto de entrada del pene por encima de la vagina y la forma en que ésta está ubicada, estimulan más intensamente en el punto G.

Lo malo 

Además de ser cansada y dificultar la respiración por largos periodos de tiempo, el clítoris puede quedar sin estimulación adecuada.

EL 42

Es una postura controvertida y erótica ya que pueden hacer sentir al hombre el rey del mundo o hasta a ella la esclava perfecta. Esta postura es una forma de dar placer en la felación, donde la única ganancia para quien da la estimulación es hacer llegar al orgasmo a su pareja, quién claro está, debe estar dispuesto a dejarse llevar las caricias bucales que su pareja le prodiga sin nada más que recibir sin dar.

Lo más común es que las personas ya la hayan hecho pero no se hayan fijado que sus cuerpos simulan este número, pues la colocación de los cuerpo es de lo más sencillo y más común: él se coloca sentado en una silla, el sofá, en la orilla de la cama o donde se sienta más cómodo y relajado, e inclina ligeramente hacia delante el cuerpo dejando los codos apoyados en sus piernas mientras ella (o quien vaya a hacer la felación) se pone de rodillas en el suelo, también reclinada hacia delante y con las manos en las rodillas. Lo mejor es usar un cojín para que el peso normal del cuerpo no adormezca las piernas o duelan las rodillas.

Lo bueno 

Esta es una de las posturas más cómodas del repertorio sexual humano, ya que no requiere de gran esfuerzo físico, flexibilidad, aguante o equilibrio. Una de las cosas que hacen excitante este número es que él disfruta de la boca de su pareja, y solo de la boca. Por eso, una de las cosas más importantes que debe hacer quien estimula oralmente, es mirar hacia arriba mientras juega con los genitales, porque para casi todos los hombres ver a los ojos a la mujer que tiene en la boca su pene le hace perder el control y llegar al clímax rápida e intensamente.

Lo malo 

Para algunas personas el 42 es de las posturas más “egoistas” porque solo uno recibe placer hasta que el otro llega al orgasmo, pero en realidad la persona que hace la felación tiene una plena libertad de acción para practicar sin presiones, pues puede experimentar, descubrir, ensayar y desarrollar la habilidad de hacer un mejor sexo oral, pues la final es disfrutar a la persona con la que estás compartiendo el placer.

EL 68

Es parte del grupo de posturas para el sexo oral y se cree que es la mejor forma para hacerlo. Aquí, uno de los dos se coloca debajo, generalmente la mujer, y la otra persona sobre ella pero con el cuerpo hacia arriba. Así la persona de encima puede controlar, con movimientos pélvicos, el ritmo al tiempo que recibe el sexo oral.

En este caso no ofrece placer a los dos, sino sólo a uno de los miembros de la pareja en cada turno. La postura implica que uno de los dos al acostarse deje las piernas dobladas mientras el o la otra se acuesta en la otra dirección con la cabeza sobre los muslos de su pareja. En el caso de la mujer, ésta debe colocar la vagina sobre la boca de su pareja para darle un acceso directo a la zona de acción.

El 68 puede practicarse de forma intermitente, es decir que por ser una práctica unilateral no debe fomentar la desigualdad sexual ni mucho menos un egoísmo de placer. Lo más satisfactorio es que de forma intercalada se intercambien los papeles de tal manera que la mujer haga disfrutar al hombre y a la inversa.

Lo bueno

El 68 para muchos es mejor que el 69 porque deja las manos libres para caricias o masturbación. Estar arriba es la opción perfecta para aumentar el propio disfrute. Y si se está debajo, será una de las mejores maneras de acceder a los genitales de la pareja de una forma diferente..

Lo malo

Esta posición, pese a que suena fácil de hacer, puede no serlo tanto, por ello, si es necesario, se debe apoyar el peso sobre los codos para liberar a la pareja de parte del peso corporal.

 

EL 69

El más famoso de todos y quizá el único conocido, el 69 tiene más mitos que verdades en su haber. Esta postura tiene su nombre porque al ser la reina del sexo oral, lo cuerpos simulan este numero al estar en contacto, al mismo tiempo la boca de cada uno, con los genitales del otro.

Es una postura complicada que requiere práctica, buena concentración y una excelente comunicación corporal de la pareja.

Lo bueno

Muchos consideran que no en sí no es una postura única ya que tiene cinco variantes: con la mujer abajo, y el hombre arriba; con el hombre abajo y ella encima, ambos de costado derecho o de costado izquierdo; él de pie o arrodillado y ella abrazada la cintura de su compañero.

Sirve para relaciones heterosexuales como homosexuales.

Lo malo

Cuando se hace mal, y se deja el peso del cuerpo sobre el de abajo, más si el de mayor peso está arriba ya que la mala oxigenación baja la excitación e impide la libre respiración. No hay forma de acoplar ritmos, por lo que saber cuando el otro está a punto del orgasmo es muy complicado y hasta puede tomarnos por sorpresa antes de poder terminar al mismo tiempo.

Muchas personas no están acostumbradas a recibir placer al mismo tiempo que lo reciben y pierden la concentración de dejarse llevar con la excitación, lo que provoca no puedan conseguir el orgasmo.