"Cuando iba a los moteles, hacíamos la tarea y nos íbamos", por Helena La Mala

Mi refugio

Hola mis amores, feliz miércoles a tod@s. Hoy quiero platicar con ustedes sobre los moteles.
La verdad es que, cuando no tenía casa propia y aún vivía con ‘roomies’, no me gustaba meter a los hombres o mujeres con los que tenía sexo, en mi zona de confort.

Así, recurrí a los moteles para quedarme unas horas e, incluso, por días. Ahora, los uso para grabar escenas, tener más tomas y nuevas fotos, pero siempre han sido muy buenos aliados en mi vida.

Siempre he buscado comodidad y limpieza, claro.

Para aquell@s inocentes que jamás hayan pisado un motel, les cuento cómo son por dentro. Hay habitaciones desde las más sencillas, con una cama y su regadera, ya saben, para tener un sexo delicioso e irse tan limpios como llegaron... aunque sea del cuerpo, porque de la conciencia no podemos asegurar lo mismo.

Y están las habitaciones con jacuzzi, para que puedas relajarte y comenzar el ‘pre’, sintiendo las burbujas en tu entrepierna, alistándote para que tu cuerpo esté flojito y cooperando.

Hay algunos que, incluso, tienen tubo de pole dance, para que ahí saques tus bailes prohibidos y le des una probadita a tu pareja, de lo que está por comerse. También están las habitaciones con alberca, para esas fiestas de más de dos personas.

Al principio, cuando iba a los moteles, iba con pena e insegura, llegábamos y apagábamos las luces, hacíamos la tarea y nos íbamos. Cuando comencé a ver las maravillas que ofrecía, desde porno seguro, hasta un sillón para practicar nuevas posiciones, entendí que debía divertirme ahí. Así, después del primer palo lleno de ganas, seguía el de descubrir cosas nuevas y hasta practicar nuevas posiciones. Después, descansábamos viendo porno, lo cual otra vez nos echaba a andar, terminando con otro cogidón delicioso, porque las risas y el agua nos habían relajado.

Recuerda que quien pone la actitud al entrar ahí, eres tú, llega confiad@, haz uso de todas las instalaciones. Si es la primera o la milésima vez que vas a un motel, gózalo y cuéntame cómo te fue.

Estoy ansiosa por leerles.