“Me pagan por encuerarme, pero eso le amarga la vida a mi vato”

PREGUNTA: Volvimos al tránsito y a las jornadas de trabajo eternas. A la agresividad y al enojo de la gente; al polvo, el calor y la dificultad cotidiana. Yo estoy de malas y él está peor, yo ansiosa y él enojado; los encuentros en la cama son imposibles. La vida no está para andar teniendo sexo..¿cómo hacerle?

RESPUESTA: Muchos en esta gran ciudad nos estamos ahogando. Salir de la ciudad es un respiro, pero aquí también puedes encontrar espacios de naturaleza, ciencia y arte. Busca pasar tiempo de calidad con tu familia. Estar en contacto con la naturaleza es también amar a pierna suelta. Escucha música o podcasts, audiolibros para “transportarte” o otros escenarios. 

PREGUNTA: Mi mujer vio una película en la que un matrimonio se separa por una época y todo se les arregla. Así que, ahora, ella me propuso una separación temporal. Me parece una buena idea, pero me da miedo. Desde hace tiempo no tenemos sexo y tiene detalles que me molestan. ¿Qué pasa si el que no quiere volver soy yo?

RESPUESTA: Para eso sirven las separaciones temporales. Muchos tememos a la soledad, pero no es mala compañía cuando uno se siente bien consigo mismo. Si tienes la manera de moverte hazlo; si regresan a vivir juntos será con mucha más pasión; en cambio, si te quedas donde estás, nada va a cambiar.

PREGUNTA: Mi primo vino a la ciudad por una chamba. Se instaló con mi madre y lleva aquí dos meses. Todos estuvimos aliviados, pues mi madre estaba acompañada; el problema nos lo contaron los vecinos: al primo todas las noches le da por tomar, entonces mi madre duerme entre la fiesta de los novios de mi primo que, a veces, duermen con él. Mi mamá ni se entera, pero mi primo es tan descarado que los vecinos se quejan de que no los dejan dormir. ¿Qué podemos hacer?

RESPUESTA: Difícil. Tu primo es abusivo. No importa dónde lo pongas, él siempre va a sacar ventaja y te va a meter en problemas. Trata de ser clara y pídele que deje la casa de tu madre. Tu primo no es una persona que te dé tranquilidad.

PREGUNTA: Me gusta posar para artistas que dibujan y hacen óleos. Es un trabajo antiguo y bien pagado, tengo la facilidad de sentarme y sostener la postura; además, lo hago con ropa, telas, flores y hasta desnuda. No es cosa fácil, pero uno aprende. El problema es que mi novio lo ve mal, dice que ya lo debería dejar de hacer. Yo sé que le dan celos de que ver mi silueta dibujada en lienzos y de la conexión que existe entre el artista y yo. ¿Crees que debo de dejar que sus celos interfieran en mi carrera?

RESPUESTA: Si a ti te causa placer, si te gusta tu trabajo y te sientes cómoda, no permitas que nadie te diga qué hacer. Muchas veces por quererle dar gusto a los demás dejamos nuestro deseo a un lado. No lo hagas, no lo permitas. Entra en tu propio ritmo, hazlo que te haga feliz y desde un principio dile. Tu novio que esa que modelo que disfruta posando eres tú y que no quieres cambiar. Sacrificar tus deseos es pagar un precio caro.