RELATOS ERÓTICOS

"Automovilista me metió la espiroqueta en la chafaldrana", por Lulú Petite

"Automovilista me metió la espiroqueta en la chafaldrana", por Lulú Petite

"Automovilista me metió la espiroqueta en la chafaldrana", por Lulú Petite (Foto: Especial)

Sexo 25/04/2023 19:29 Lulú Petite Actualizada 19:29
 

Querido diario: — Espérame. Ya no tardo, estoy cerca; me decía por mensajitos de WhatsApp un cliente 

Habíamos planeado encontrarnos en el motel, a las siete. Yo llegué unos minutos antes. Me choca esperar. No subo al lobby porque de pronto hay miradas que incomodan, así que esperé en mi coche. 

Estaba a punto de mandarlo a la goma, cuando recibí su nuevo mensaje.

—Ya estoy en la habitación 402, decía. Me pareció raro, yo estaba en el estacionamiento y no vi llegar ningún coche. 

¿Cómo demonios había entrado sin que lo viera pasar? Igual ya estaba allí, así que subí.

Cuando abrió la puerta, me topé con un bato chaparrito, con la ropa toda sucia y las manos llenas de grasa... ¿Qué pedo?

Estaba a punto de irme, pensando que era una broma, cuando me dijo que estaba camino al motel pero que había tenido un problema con su coche.

Había caído en un enorme bache y se le habían ponchado las dos llantas delanteras. 

Cambió la primera que vio jodida, por eso llegó todo cochambroso, pero cuando estaba guardando la llanta ponchada en el lugar de la refacción, vio que la otra estaba igual.

Pensó en llamar a una grúa o buscar una talachero, pero decidió que priorizaría nuestra cita, cerró su coche, llamó un Uber y se vino al motel.

La historia me hizo reír, ¿quién abandona su amado carrito en medio de la calle para llegar a coger? 

Pero también me di cuenta de que había sido un buen detalle de su parte para no dejarme plantada. Se dio una ducha, salió perfectamente limpio, me dio un beso y comenzó a desnudarme.

He de admitir que tenía un pito precioso. Largo, ancho, derechito, venoso, cabezón. 

Se lo chupé sentada en la cama cuando le quité la toalla, después él se recostó boca arriba y yo me desnudé frente a él. 

Me monté en su sexo y comencé a cabalgarlo mientras apretaba mis pechos con fuerzas. Se vino riquísimo cuando nos dábamos un beso.

Recuperó su coche en la noche, con grúa. Me dijo por mensaje que valió la pena.

Hasta el jueves, Lulú Petite.

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