PREGUNTA: Mi mamá está enferma y mi marido se enoja cuando paso demasiado tiempo en casa de mis padres. Siente que descuido lo nuestro, es celoso de mi tiempo. Se enoja si llega a casa y no estoy ahí para atenderlo, pero tengo que ayudar a mi papá. Me parece injusto que, en estos momentos, me presione. Ya estoy cansada de sus reclamos. ¿Cómo hago para que entienda?
RESPUESTA: Tu tiempo es tuyo y, como lo dices, en este momento, ayudar a tu papá es importante. Si tu marido no lo entiende se lo debes explicar. Quizás esto que vive sea algo pasajero, lo que es fundamental es definir que tú eres una persona libre que hace lo que requiere y lo que te parece correcto. Tu marido también debe comprender que
atender la casa es tarea de la pareja, no sólo de las mujeres. Ser solidaria con tus padres es importante y debe serlo él también.
PREGUNTA: Desde niño me gustan los mayores. Quizá es su atractivo físico, sus rasgos marcados por el tiempo. No sé, me siento cuidado, protegido…me mueven. Me gusta contagiarles mi energía y, a cambio, me gusta que me compartan su experiencia de vida. Simplemente me gustan, ¿por qué eso es un problema para mi papá?
RESPUESTA: Solamente tu papá lo sabe con certeza. Quizás sea interesante poder hablar de eso con él alguna vez. Acércate, abre el diálogo sin miedo.
PREGUNTA: Mi hermano tuvo un problema de infidelidad con su esposa y se vino de regreso a vivir con mi mamá. Yo ya estaba durmiendo en su cuarto y ahora lo quiere de regreso, deja desordenado la sala de TV, se hace el tonto y no coopera para los gastos, mi mamá lo ve triste y, por lo mismo, no le pide nada. Estoy harto de compartir con él. ¿Me voy de la casa yo, verdad?
RESPUESTA: Quizás sea momento de dejar el nido materno. Para muchos es fácil vivir con las comodidades que ofrece una madre, pero tener tu espacio sería ahora lo correcto y lo más adecuado. Si puedes, hazlo; tu hermano necesita un refugio y por lo que dices, no se lo vas a dar tú. Tener tu propia casa te va a hacer bien.
PREGUNTA: A mí me gustan las mujeres femeninas y guapas como yo; sin embargo, conocí a una chava ligera y chaparrita que nunca vi como masculina , hasta que me di cuenta que lo es. No sé cómo explicar, pero me seduce su manera de conquistarme, aunque físicamente no me atraé. Es raro esto, ¿verdad?
RESPUESTA: Es muy importante la forma en que te seduce el amor. A veces la belleza física nada tiene que ver con lo que te hacen sentir los halagos, las caricias y la conquista en general. Suelta todo eso que parece importar y entrégate. Al final, “lo esencial es invisible para los ojos”, tal como dice Antoine de Saint-Exupéry, autor de ‘El Principito’.