Chicas transgénero alborotan el gallinero en la Expo Sexo

Antes de bajar de la tarima de Sexmex, las señoritas se tomaban candentes fotos y hubo quien abría los ojos como si acabara de enterarse de que esas voluptuosas mujeres con rasgos de diosas, guardan un secreto entre las piernas.

Su comportamiento, sus ademanes y el cuerpazo sin celulitis, cautivaron hasta al más reacio. Para ellos, todo es mental y mientras ellas no hablen, sigue la magia.

Los hombres, jóvenes y cincuentones, se dejan seducir, las quieren tocar y les piden que pongan las nalgas lo más cerca que la cámara del celular pueda enfocar. Todo es risa y diversión hasta que una de ellas, masajeando la pezonera de estrellita negra y con voz varonil, les pregunta: “¿Quieres tocarme? Tómate una foto conmigo”.

Un güero guapo, ovacionado por la hormona adolescente de sus amigos, al bajar después de tomarse la foto le pregunta al animador: “Siendo francos, honestamente ¿son mujeres o son trans? dime la neta”.

Minutos antes le pidió su número de teléfono a la chica junto a la que posó. Ella, después de dárselo, le mandó un beso. Aún después de enterarse que esa mujer ha pasado por una de las más difíciles transiciones que un ser humano pueda tener, su respuesta sigue en sintonía con su ánimo:

“Me da igual. Mientras haya chichis y a mí se me haga sexy, no importa. Puedo imaginar que no es transexual. Lo que no dejaría es que me penetre”. 

Arriba de la tarima, ellas siguen moviendo las espectaculares caderas, cual sensual molinillo de chocolate. Se pavonean al sentir la nariz de los hombres entre los pechos. Se saben cachondas, se sienten más bellas que las nativas femeninas. Aunque para muchos su voz aniquile la magia, estas mujeres no vinieron a la Expo Sexo a callarse. Para ellas, abrir espacios de respeto hacia la comunidad transexual es ya un paso adelante, tomando en cuenta que este es un mercado que, según Nancy, chica transgénero desde hace cuatro meses, vende mucho.

(Fotos: Tanya Guerrero)

Mientras platica en los pasillos, los hombres la asedian, le piden fotos y le susurran calenturas al pasar. Guiños tan provocativos que la hacen sonrojar.

“Nací con un género que no acostumbra recibir tanta atención sexual. Desde hace cinco meses mi apariencia es femenina, pero es extraño porque los hombres son más insistentes. Yo antes salía con chavos homosexuales, pero no es lo mismo cómo te liga un chavo gay a uno que no lo es. Los hombres son más agresivos”.

Recibir muchos halagos sobre su apariencia es parte de ese proceso por el que todas las chicas de la tarima también han pasado. 

La reina transexual de Jalisco, la actriz trans porno, Itzel, la más animada y deliciosa Keyli, son quienes más cobran por una foto, porque belleza y figura venden.

Aún así, hay quien trata de no sentirse desengañado.

“Yo desde que las vi supe que eran hombres. Se les nota en las manos, en los pies. Por eso no me subiría a tomarme una foto. Yo como hombre quiero hacer el amor con una mujer”, dice Juan Montes mientras abre camino entre la gente. Para él, los hombres están preparados para abrirse a nuevas posibilidades sexuales, sólo que él no. 

“Creo que somos muy machos y cuando nos enteramos que son hombres ahí es cuando hace corto circuito. Prefiero ir con una chava aunque no tenga lo que ellas tienen”.

(Foto: Tanya Guerrero)