¿Qué lograste este año?

Se acerca el final de este año  y es una buena oportunidad para recordar aquellos propósitos de inicio del año y para reconocer lo que hemos logrado. No con la intención de reprocharnos por no haber cumplido tal o cual objetivo, ni para criticarnos por no ser disciplinados o comprometidos. No. Se trata más bien de mirar hacia atrás con el único propósito de aprender de las formas en que actuamos este año y de reconocer los avances por pequeños que éstos sean. Se trata de una mirada compasiva a nosotros mismos, llena de comprensión y aprecio. 

Te invito a hacer una revisión de lo positivo de este año. Aquí hay algunas preguntas para comenzar:

 ¿Qué salió bien este año? Quizás lograste ascender en tu trabajo, consolidaste tu relación de pareja o conseguiste ahorrar un poco de dinero para los imprevistos. Cualquier cosa que haya salido bien cuenta, no la deseches ni la minimices. Hacer este reconocimiento te da una sensación de satisfacción y avance. Puedes hacer este análisis con tus hijos, pareja o un amigo. Así más personas se benefician del reconocimiento de los propios avances.

¿En qué aspecto de tu vida sientes que floreciste? Quizás te volviste más espiritual y así has conseguido tener una mayor serenidad. O mejoraste tu relación con algún miembro de tu familia de quien estabas distanciado. A lo mejor descubriste cuál es tu verdadera pasión en la vida y cambiaste, por ejemplo, la enfermería por la repostería. Cualquier aspecto que te haga sentir más pleno/a es valioso, reconócelo y aprécialo.

¿A qué te gustaría seguir invirtiéndole energía? Si has estado acercándote cada vez más a un objetivo, como podría ser iniciar un pequeño negocio, es probable que quieras seguir invirtiendo tu energía en ello. De igual forma, habrá cosas a las que ya no estés dispuesta a dedicar tu energía, como podría ser una relación de pareja que ya no da para más, que está totalmente desgastada.

¿Qué áreas de tu vida requieren más atención, cuidado o límites? Una de estas áreas podría ser la salud (física y emocional). Si debido a otros intereses o el trabajo mismo, no has cuidado de tu salud, quizás sea un buen momento para tomar decisiones: dejar de fumar, caminar todos los días, asistir a un chequeo médico, seguir tus tratamientos al pie de la letra. O si tienes una vida social limitada, quizás desees expandir tus relaciones personales y tus actividades sociales.

¿Qué agradeces acerca de este año? Siempre hay algo que apreciar, por lo que sentir gratitud. Si te recuperaste de una enfermedad o un período difícil, vale la pena apreciarlo y agradecerlo. De igual forma, si lograste salir de tus deudas y terminar el año con finanzas más sanas, es algo para estar contento. Quizás llegó un nuevo miembro a la familia que ha traído alegría, armonía o equilibrio: un cuñado, una hija, el abuelo que vivía en otra ciudad y se mudó a la tuya. Esto también se agradece. Si así lo quieres, puedes revisar mes con mes para recordar algo que trajo felicidad a tu vida.

¿Qué harás de manera diferente el próximo año para traer mayor bienestar y felicidad a tu vida y la de quienes te rodean? Una posibilidad es la de aprender a manejar tu ira asistiendo a un grupo de apoyo. También podrías decidir concentrarte en los aspectos positivos de las situaciones del día a día, en lugar de entregarte al pesimismo. O quizás decidas pasar más tiempo con tu familia, pues te reclaman y anhelan ese tiempo de calidad contigo.

Mirar hacia atrás, al año que termina, nos sirve para extraer aprendizajes y crecer, para reconocer los regalos que la vida nos da y para darnos aliento para continuar con la persecución de nuestros objetivos. El término de un ciclo marca un antes y un después. 

Haz un buen cierre de año con esta revisión positiva y compasiva de tus logros y de todos tus avances. Estoy seguro de que será muy satisfactorio para ti.